Los que leéis
lo que escribo, habéis comprendido que siendo un monje Zen, el Camino que
defiendo es: “El Camino Medio”, no el que está equidistante de ambos extremos,
sino el que los incluye.
Suelo
atacar las ideas de izquierdas, pues es impensable para ella la coexistencia
con la derecha, incluso el centro les parece una utopía, existente en otros
países, pero no en España, o en cualquiera en el que la izquierda consiga el
poder.
Donde nace
el centro-izquierda, su natural es pactar con los que están a su izquierda,
uniéndose para destruir y aniquilar a la derecha. No importa que sepan que si
domina la izquierda ellos serán la nueva derecha. Si se llega a la izquierda,
izquierda más radical, el comunismo será la nueva derecha, porque en su mentalidad
solamente puede existir una izquierda.
Parece que
no es así y lo sé, no concuerda en nada con su verborrea de Libertad, donde
usan el eufemismo de “igualdad”, que una vez establecida suele significar:
“Igual da o da igual”, no importa qué es lo que resulta si ellos controlan el
poder, de cuerpos, almas y hacienda.
No es
necesaria la derecha, la religión, las leyes o la necesidad de pensar, ellos te
darán la respuesta que tienes que saber.
Durante
milenios, el nacimiento de los bebes, el desahogo de la sexualidad, la práctica
que podías realizar, dependía de si estabas buscando nuevas tierras, de si
estabas en guerra o en lugares con poca o mucha comida, de las hembras de la
tribu o del grupo, de si ya estaban embarazadas o si no se podía tener nuevos miembros
porque se estaba conquistando nuevos territorios.
Había
veces en los que en la guerra pasabas años sin mujeres, y las que tenías eran
las prisioneras que a veces eran violadas y asesinadas a continuación, por lo
que es de suponer que en esas circunstancias hubiese sexo entre los compañeros.
Probablemente si estudiásemos los animales con prácticas sexuales parecidas a
las nuestras encontraríamos circunstancias que explicarían el por qué. Por
ejemplo que sea el macho dominante el único en tener sexo con las hembras.
Encontramos
también, prácticas de aborto o asesinato de bebes entre los animales, algo que
parece lo ideal entre nosotros también, para poder hacer nuestra vida sin que
nadie pueda molestarnos o complicarnos nuestros deseos. Por lo que es la
izquierda la que nos hace necesitar una ley que permita asesinar a un feto, que
no sabemos cómo ha venido a nuestro interior y en el que no tenemos ninguna responsabilidad.
Verdaderamente,
lo que me llama la atención de las ideas que nos dicen las izquierdas, lo buenas
que son para nuestra libertad, es que en todas ellas lo que perdemos realmente, es nuestra Responsabilidad, sin la cual no puede haber verdadera Libertad.
Pero, lo
que realmente me pregunto cuando escucho o leo estas proposiciones, es: “Por
qué?, en su concepto de igualdad que les impide tomar acuerdos con la derecha,
solamente es aceptada la izquierda, algo que hace imposible la igualdad, al
haber solamente una polaridad.
Mi Maestro
tenía una palabra que decía que era su preferida, era: “Armonía”, el equilibrio,
la convivencia o perfecta relación, la conciliación de los opuestos.
Es por
ello por lo que la Vida no crea dos formas, energías o vacíos iguales. Ha
creado un hombre y una mujer diferentes, ha creado a cada hombre diferente sin
que puedan existir dos iguales, lo mismo que la mujer.
Crear una
ley que discrimina a los heterosexuales, una ley que obliga a respetar a
alguien diferente a ti, solamente es posible en una sociedad en la que se han
olvidado los principios, los valores, la dignidad y la humanidad.
Ese es el
camino que pienso lleva la izquierda, tan próxima a la extrema-derecha, en
cuanto a eliminar los valores y las ideas que no sean las impuestas por ellos.
Es en el
Centro, donde al acoger ambos extremos puede coexistir la armonía de la Vida.
Se ha creado o parece haber un centro-derecha, que se dedica a administrar el
gobierno, permitiendo que la filosofía o las religiones nos den los principios
y valores que permitan la coexistencia en armonía.
España ha
sido siempre gobernada por el partido del pueblo, el único partido político que
hemos creado los españoles. Pero es momento ya, de que olvidemos a nuestro
líder el pobre Sancho, burlado y usado de bufón en los palacios, que dejemos de
ser “Panzas” y olvidemos la política española del Pancismo, para dedicarnos a buscar
la armonía, ayudándonos unos a otros a aceptar el ser únicos y por tanto diferentes
a todos los demás.
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