Debo de
confesar, que difícilmente soy capaz de escuchar o seguir una entrevista
completa de un político. Ayer y en las noticias estos días, he escuchado: la
defensa de la mujer, las pensiones, y un Tribunal Europeo que nos hace pagar subvenciones
a los inútiles, faltos de sentido común y terroristas.
Unos independentistas
que dicen tantas gilipolleces, que solamente pueden ser aceptados en la
política. Un Parlament, que si no tienen a un perseguido por la Justicia en el
poder, joderán a los catalanes con su desgobierno, si España no los mantiene y
gobierna.
Alguien dijo
algo coherente, quizás sea solamente verborrea, pero suena como mi madre: “Las pensiones
subirán lo que se pueda”. Por supuesto, el
partido que metió a España en la ruina sigue subiendo las pensiones, a cada uno
lo que necesite, junto con Podemos, la solución es de lo más coherente, se les
sube los impuestos a los ricos: “Bancos, fabricantes de coches, laboratorios, empresas
internacionales, las eléctricas y demás”, se
les sube el sueldo a todos los obreros, se bajan los precios de los productos,
se suben la pensiones el PIB, y viviremos todos dignamente.
En los
años que tengo, todas esas empresas han ganado más cada año, independientemente
de los impuestos y tasas que paguen. Porque al final lo pagamos los gilipollas
que les votamos y creemos.
Obligan al
Gobierno, a vendernos a nacionalistas e independentistas, porque no son sus
presupuestos sino los del Gobierno. Merkel puede darles el Ministerio de Finanzas
a la oposición para que Alemania pueda ser gobernada. El Socialismo, y la
izquierda, al igual que el nacionalismo y el independentismo, o tienen el poder o que se joda el
pueblo.
Buscan la
igualdad salarial entre hombres y mujeres, enviando a la calle a los palmeros y
a sus Sindicatos, que son los que firman los convenios con las empresas,
rubricando esa desigualdad, que solamente siendo un gobierno totalitario
debería ser controlada por el gobierno, incluso el tener que imponer con leyes
una igualdad es autoritarismo.
Buscan unas
pensiones, con los sueldos que tienen, las pensiones que les quedan, y lo poco
que hacen y sin usar el sentido común. Recuerdo cuando los sueldos eran
pactados y subían en porcentajes, los que trabajaban en grandes empresas o en
las públicas, subían un montón su salario que les era pagado con atrasos. Las empresas
pequeñas, absorbían los atrasos con los complementos y la subida era menor,
aumentando las diferencias salariales.
El PIB
tiene elementos cuya subida no afecta a los jubilados, mientras hay otros no
incluidos que sí. Independientemente del PIB, hay que subirlas si es posible y
lo que se pueda. Pero antes o después, habrá que bajar las altas y subir las
mínimas, con el cambio social que experimentamos, habrá poca juventud, mucha
vejez y el trabajo será realizado por robots mayoritariamente. Por lo que se
necesita un cambio total en el desarrollo de las pensiones.
Ciudadanos
y el PSOE, interpelan muchas veces y acusan al Gobierno: ¿Por qué no impuso
los cambios cuando tenía mayoría absoluta?, y
es que cuanto más demócratas se proclaman, más dictadura mantienen.
La sociedad
como está ha evolucionado desde hace miles de años, buscando el equilibrio que
permita la permanencia de nuestra especie. Cambian las circunstancias y hay que
cambiar las reglas. Pero no es decir yo quiero, y tú tienes que coger esto que
no quiero, por muy justo que sea.
Determinar
por ley la convivencia, nunca fortalece a una especie para su adaptación al
cambio.
Decir, que
los leones no pueden comer cebras cuando están en celo o embarazadas, o cebras
jóvenes porque hay pocas, no fortalece a las cebras para adaptarse al medio.
La mujer
ha tenido poder en todas las épocas de la Historia, siempre ha habido mujeres
que han sobresalido incluso por encima de los hombres de su época, pero no les
fue regalado, demostraron ante todo que eran mujeres, no comparándose a los
hombres, sino viviendo y mostrando su valía como mujeres.
Hoy todo
lo arreglamos con los derechos, con leyes, con igualdades. Que la mujer quiera
igualarse al hombre, solamente la avergüenza a ella, por desear ser igual a
alguien al avergonzarse de ser ella misma. Exigir deberíamos exigir como personas,
porque creemos o pensamos que nos hemos ganado algo, y no porque queramos ser
igual a alguien.
Estos derechos
que un Tribunal de Estrasburgo ampara, indemnizando a terroristas y gente sin
sentido común que no respeta a los demás, es lo que nos lleva a necesitar un
Tribunal para que diga por Ley que somos humanos a pesar de lo que somos.
Confiemos,
en que si los independentistas llevan a sus dirigentes a ser defendidos por
este Tribunal de Injusticia, castigue a España con poner de Presidente a uno de
esos inútiles, porque si gobierna en España, los catalanes rezarán para que
vuelva Franco, al que considerarán un moderado, si sus presidiarios gobiernan
como en Cataluña.
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