Uno de los
grandes problemas al mirar a nuestro alrededor, es que nunca hemos mirado la
vida sin las gafas del color con la que siempre la hemos visto.
No sabiendo,
que el color de cristales que nos han sido dados nos impide conocer las cosas
desde su color verdadero, la sociedad se rompe por el olvido y por no saber qué
es lo que estamos viendo en la vida.
Miramos la
pobreza y las guerras de África, las guerras del Oriente Medio, la pobreza y
miseria, los abusos de América del Sur, la prepotencia de Estados Unidos, las
mentiras y corrupción en Europa, así como su falta de energía para defender la
Verdad y la Justicia, el resurgimiento de Asia donde todos van hacia donde dice
uno. Siendo Oceanía y Australia, dos mundos algo diferentes, uno porque vive en
tiempos pasados, poco metido en la modernidad y el progresismo. Australia porque
es una mezcla de todos, sin que lo antiguo australiano esté en sus gentes,
aunque permanezca en su tierra.
Los esclavos
llevados a las colonias eran capturados por otras tribus, llevados por árabes,
comprados como mercancía por cristianos y usados como bestias por quienes
habían encontrado una nueva oportunidad en el Nuevo Continente.
Los conquistadores,
pudieron apoderarse de todo lo que quisieron, ayudados por tribus en discordia.
Unas robando y sacrificando a otras a sus dioses, siendo la más cruel la que
tenía poder sobre las que eran obligadas a aceptar el yugo.
Una Europa
que en guerras constantes, se había envilecido y empobrecido, que encontró su
fortuna en la conquista de tierras donde enviar a los hambrientos, a los
ambiciosos y a los que deseaban poder. Que habiendo conseguido unirse en
naciones los diferentes condados y señores feudales, conseguido unir las
naciones, no puede cambiar su miseria mental de ser el príncipe o el rey, en
cada uno de sus políticos.
Miramos el
terrorismo Islámico, los grupos terroristas que roban niños para la guerra, los
que se asesinas entre etnias o diferentes creencias, las guerras entre grupos
por erigirse con el poder y convertirse en el dictador del país. Millones de
personas huyendo, hambre, pobreza, por no aprender, que matarse entre las
tribus, que vender a los demás como esclavos, por cosas sin valor moral, era un
camino que lleva a donde están: “Pobreza, miseria, hambre, huida y odio”.
Que cuando
hemos encontrado una nueva oportunidad en nuestras vidas, debemos de concedérsela
a los demás. Que si en un momento, en nuestra ambición, asesinamos y llevamos
casi al exterminio a los auténticos dueños de un continente. Que si el imperio
que creó el poder de los invasores, fue el de las armas y el del más fuerte y
artero, destruyendo cuanto se oponía a su ambición.
Deberíamos
haber aprendido, que no es el imperio de las armas el que hace una sociedad
humana. Que habiendo llegado a un mundo nuevo, no debemos mantener el odio
tribal ni seguir destruyéndonos entre nosotros mismos. Ofrecer una nueva
oportunidad como la que ellos recibieron, es la responsabilidad de los europeos.
Dejar el espíritu tribal y no destruirse entre ellos, haciendo imposible su
inclusión social, es la de los africanos. Solamente tienen que mirar dónde
lleva ese espíritu tribal que desea destruir a las otras etnias o ideas, algo
que también desde otra perspectiva pueden mirar los europeos. Estando en una
sociedad nueva, que ellos son los responsables de crear, en la que se comience
a instaurar la humanidad.
Un Asia,
que no importa que los emperadores y los zares, hayan dejado de llamarse así,
siguen en el poder único, en la dictadura del poder sobre el pueblo, que tiene
la libertad de hacer lo que les ha sido dicho.
Desde hace
unos años, la mayoría de los nuevos grandes millonarios, son de países pobres o
de países comunistas, lo que es el nuevo paradigma, que ya existía en Europa,
América, África, Asia y no sé si en Oceanía, que por las historias y películas
parece ser que sí.
Nos extraña
que tengamos el hambre, la injusticia, la pobreza, la falta de libertad real,
las guerras, los abusos y las cárceles llenas de una gran minoría de los
delincuentes con los que contamos. Pero es que no hemos aprendido ni a: “Nivel
personal, familiar, de pueblo, de nación, de continente, de gente”, o algo que
nos hubiese permitido no solamente a cambiar la forma de hacer lo mismo que nos
llevó a la falta de humanidad en el pasado, sino a hacer algo que nos acercase
a la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario