Escribía
Ananda en los Sutras que, en sus enseñanzas Shakyamuni había enseñado que: “Todo es Vacío en su
Naturaleza”, que: “No hay algo que
pueda ser llamado ego, que tenga entidad propia”.
Cuando Bodhidharma
lleva el Zen a China, no puede pretender que el Zen sirva para buscar algo que
no tenemos, tampoco para poder negar algo de lo que somos en aras de encontrar
algo mejor.
Siendo Todo
Buda, no hay algo mejor que encontrar, ni tan siquiera alguien que busque o
algo que pueda ser buscado.
¿Cómo
podría el Zen, pretender meditar para encontrar algo que somos, o dejar algo de
lo que somos para convertirnos en algo que ya éramos?
Quizás el
único lugar donde podemos encontrar nuestra Verdadera Naturaleza sea en el Zen.
Pero lo que encontraremos será que nunca ha sido nuestra, que no es Verdadera y
que siendo Eterna existe en la Impermanencia.
No podemos
encontrar Zen o Verdad en el Zen, porque de encontrar algo realmente, no habría
quién lo encontrase, por tanto: “No habría percepción de encontrar”.
El buscar tendría que ser olvidado, al desaparecer el buscador. No habiendo yo,
¿Quién podría saber que existe la Meditación y meditar?
Pero quien
no busca en el Zen, ese Zen que incluye Todo hasta desaparecer en sí mismo, no
podrá existir en la Gran Duda de Shakyamuni, por tanto: tampoco podrá encontrar
la suya propia.
Y es que
si no buscamos Eternamente no sabremos que no hay nada que encontrar.
Si no
extenuamos el yo, pensaremos Eternamente que somos algo.
Si pretendemos
una existencia Eterna, nunca viviremos en el Aquí y Ahora.
El Zen no
existe, no puede ser practicado, no puede encontrarse o encontrar algo en Él,
no nos puede ser útil para saber lo que somos o encontrar nuestra Verdadera
Naturaleza.
Siendo el
Zen Todo, no hay nada fuera de Él que pueda percibirlo. Si algo existe es Zen,
no una parte de Él, porque no hay partes en el Zen, incluso no puede haber una
parte que pueda ser llamada Zen.
Es por
ello, que tampoco hay algo que podamos practicar, encontrar u olvidar que no lo
sea.
Practicar Zen,
es Ser Todo, sin algo que busque o pueda ser buscado. Sin algo que pueda
practicar o ser practicado.
Como decían
los Maestros: “No hay nada sagrado en Zen, hay que fregar la taza tras desayunar,
Zen es el sonido de una sola mano al aplaudir”,
¿hay tantas cosas que se dicen que son Zen?
Pero siendo
Zen, no puede ser Zen lo que decimos, por haber sido dicho. Porque la
Naturaleza Verdadera es: “Ser, lo que se está siendo en el Ahora Eterno”, siendo Zen el decir, no puede serlo lo que decimos o
hemos dicho. Porque lo que decimos y escuchamos, es el sonido de dos manos al
aplaudir, el fregar la taza mientras estamos desayunando.
En el Ahora
existe el fregar, pero no el estar fregando.
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