No se
puede argumentar sin escuchar. Tampoco se puede dialogar, incluso en la
discusión no se puede terminar si no se escucha.
La diferencia
entre escuchar y oír, es que escuchar es entender lo que quiere decir la otra
persona, con las limitaciones propias de añadir parte de lo que hemos
entendido, pero el esfuerzo está dirigido a aprender más que a tener razón, por
lo que se puede argumentar y parecer que se discute, es en el resultado de lo
que hemos aprendido, si hemos escuchado u oído lo que nos ha sido entregado
por la otra persona.
Oír por el
contrario, es pensar que es la otra persona la que dice lo que entendemos, por
lo que el máximo que aprendemos a veces no pasa de lo que sabíamos. En cuyo
caso solamente tenemos la capacidad de oír.
A lo largo
de mi vida he aprendido con la argumentación y escuchando, pues he leído muchas
novelas del oeste y policiacas, y algunos libros también. Las novelas me
enseñaron, que amarnos nos lleva a defendernos al respetar lo que somos y lo
que son los demás.
Tantos pueblos
abusados por algún pistolero o poderoso, con el silencio en todos los demás.
Tantas gentes
asesinadas, abusadas, conviviendo en la injusticia y el abuso. Al final siempre
gana el bueno, es cogido el asesino, pero no aprendemos a dejar de abusar, a no
pensar en asesinar o terminar con lo que existe o está viviendo que nos lleva hacia
la humanidad.
Enfrentamientos
a muerte, por redimir la pobreza o proteger al poder o al rico.
Persecución
de traficantes, asesinos, ladrones, corrupciones policiales o de la Ley,
abusos, intimidaciones, que llevan al abuso y la corrupción, tantas veces leído
pero que no aprendemos a que no se produzcan las situaciones, porque nadie
defienda a quien intenta realizarlas.
No es
fácil escuchar, nos llevaría a ser responsables de lo que hemos aprendido, a
corregir los fallos, a solucionar los problemas.
Sabríamos la
diferencia entre Amor y amar, entre lo que es un Concepto y lo que es la forma
en la que lo expresamos y lo vivimos.
Porque oír
es continuar como estamos, pues hay poco que aprender, aparte de lo que hemos
entendido dirigido por lo que sabíamos.
Pensaremos
que es lo mismo Dios que un dios con nombre o atributos, al confundir al
Concepto con lo que leemos o nos dicen.
Estaremos seguros
de que el Concepto Amor es nuestro amar.
Fraseando,
podría decir que:
“No hay peor argumentación, que tratar de humedecer un mendrugo”.
Pero la
argumentación, no es la del otro, sino la nuestra.
Habremos argumentado, si hemos aprendido la mayor parte de lo que nos han dicho. La otra persona
siempre es libre de escuchar u oír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario