CASTILLA Y LEÓN

          Es lo aprovechado de lo que se come, lo que determina en gran medida el cuerpo, junto con la bebida y el respirar, son los grandes creadores de nuestro cuerpo.

          Lo que crea aquello que somos, nuestros valores, nuestra moralidad, nuestros principios, es lo que es aprovechado de lo vivido. Creando así, la manifestación o uso que damos a la Dignidad. Pues depende todo ello de valores y principios, principalmente.

          Hay dos héroes en Castilla y León, que señalan dos entendimientos contrapuestos de lo que significa la Dignidad y que pienso han moldeado el carácter y personalidad hasta cotas que me sorprenden, mirando y conociendo gentes de mi alrededor y sus circunstancias.

          Ambos héroes nacionales, pueden ser reales o imaginarios, lo poético de su vida puede ser verdad o mentira, pero es lo que el pueblo conoce, su entendimiento, lo que estructura sus principios y valores, su mente y lo que determina su Concepto de Dignidad. Algo que es apenas nada, puede determinar el espíritu y el corazón de un pueblo, de unas gentes: “La simple explicación de algo y cómo se dice que es entendido”.

          Bellido Dolfos, según la legislación actual, para satisfacer a su reina, no pide enfrentarse al rey enemigo de frente, cara a cara, sino que: con engaño, de forma artera, nocturnidad y alevosía, no aceptando la decisión de Don Sancho, desde la cobardía e indignidad de un espíritu que no le permite enfrentarse lealmente contra sus enemigos, le asesina. El portillo por el que huye cobardemente del otro héroe, es llamado por sus abogados o jueces: “Portillo de la Traición o Portillo de la Lealtad”, dependiendo de lo que creará el Concepto de Dignidad en los pueblos según la sentencia elegida.

          Siendo Zamora leonesa, su decisión fue, que esa actitud es Lealtad.

          Siendo Sancho rey de Castilla, los castellanos dijeron, que Traición.

          Algo que no cambió que el Rey muriese, que sin importar si fue verdad o no, lo que estructura nuestro entendimiento es lo que determinará nuestro Concepto de Dignidad.

          El otro héroe, Rodrigo Díaz de Vivar caballero de D. Sancho aceptó servir al rey sucesor D: Alfonso, pero trató de asegurarse de a quién iba a servir.
          Cuando las murmuraciones de una mayoría de la corte y sus caballeros, era que Alfonso había tenido parte en la muerte a traición de su hermano Sancho, nadie se atrevió a preguntarle al poder del rey, si era verdad o mentira lo que todos pensaban. Todos los demás callaron.
          Rodrigo, dio un paso adelante y preguntó directamente y a la cara: “Sois digno de gobernar al pueblo y ser mi rey”, todos los demás callaron, y Rodrigo fue desterrado, por preguntar al Poder por su Dignidad.

          Me decían no hace mucho algo que desconocía: “El portillo había cambiado su nombre al de la Lealtad también en Castilla”.

          El héroe nacional, el admirado en el mundo, es el Cid, desterrado, sin hogar, sin sitio donde descansar y siendo fiel a: “La Dignidad de su rey”.
          Castilla y León, aceptaron la Dignidad de Bellido Dolfos, honrada y reverenciada por sus gobernantes. Es la que se inculca en la enseñanza y los valores castellanoleoneses.

          Algo difícil de apreciar, como la siesta tras comer, es lo que desde el subconsciente, estructura los Conceptos y Valores con los que vive el pueblo.

          Muchas veces me ha llamado la atención que rodeado de tanta buena gente, sea necesario vigilantes que cuiden de que las aguas de regadío se usen correctamente, que no muevan los mojones de los límites, que tantos vecinos como cuentan que han sido robados por otros vecinos o abusados por concentraciones agrarias, el consejo que me han dado ha sido: “Cállate y coge tú lo que puedas, porque al final perderás cuando pides Dignidad y Justicia en Castilla y León”.

          Me están jodiendo la vida los poderes castellanoleoneses, por pedirlas. No me desterrarán, porque es mejor robarte el dinero y tu hogar, teniendo que irte voluntariamente y decisión libre, amparados en el poder y la libre interpretación de las leyes.

          Podría preguntar si vale la pena, vivir halagando el poder y asesinando a traición a la Dignidad de un pueblo, o es mejor ser desterrado.

          “Solamente una Sentencia puede ser llamada Digna, pero no puede ser por retorcimiento de las leyes por parte de quien pretende tener razón, ni tan siquiera es por defender la verdad y que la razón gane”.

          “Una Sentencia es Digna, cuando es aplicada a personas con Dignidad”.

          La Dignidad: no se apropia de lo que no es suyo, no abusa, no viola, no falta ni se falta al respeto, dice la Verdad (la suya) a la cara, respetando las contrarias, tratando de saber el porqué de esa verdad, sin necesidad de confrontarla con la suya. Esto hace innecesario el juicio, pues no hay delincuencia en la Dignidad, resultando en una Sentencia que por innecesaria es digna.

          Pero en un pueblo viviendo en la Dignidad, el Poder Judicial sería innecesario, siendo suficiente Jueces mediadores, ayudando a compaginar dos verdades diferentes.

          Siendo dudoso, si es esta razón,  por lo que es tan difícil educar para convertirnos en personas dignas, en lugar de ser gente al servicio y seguidismo de cualquier poder.