CAMINO DE URUMQUI (20 - VI - 82)

          A veces, pensando en algo que me dicen, leo o recuerdo, los flashes del pasado, aquellos momentos en los que este ahora todavía era semilla, se muestran en el esplendor de sus frutos.

          Confundimos tan a menudo las palabras con los Conceptos, no de algo concreto que es también una explicación de lo que algo es, sino el Concepto con mayúscula. Un día mirando un animal, le dimos por nombre un sonido, una palabra, que posteriormente escribiríamos. “Caballo”, veloz como el viento, corriendo por las praderas, todo ello contenido en su nombre, en la palabra. En ella puede ser
entendido: “El animal, su vida, su espíritu”, la palabra tiene infinitos entendimientos de lo que un caballo puede significar, en cada momento, circunstancia o para la persona que pronuncia o escucha su nombre.

          El Concepto, es anterior a la aparición del caballo como animal, incluso como pensamiento, como dice Hui Neng: “Dime la cara original, antes de que los padres naciesen”, eso es el Concepto. Antes de que unos Padres que puedan Crearlo, ya existe el Concepto de Ser, de ese Hijo esa Creación, que no ha sido pensada.

          Caminando hacia Urumqui en China, rodeado de personas que pronunciaban palabras imposibles de entender para mí, surgió este escrito que desde su crecimiento es reescrito.

 ¿Cuál es la respuesta a quien tiene una idea en mente?.

 ¿Qué decir a una vista, de un camino que no anduviste, de un lugar donde nunca has estado?.

 ¿Como explicar la vista de un valle abierto, a través de un pequeño agujero?.

 ¿Qué pregunta es aquella, que trata de conocer, los caminos entrelazados de una vida, lo que son en el momento?.

  Explicaciones de un silencio roto, con nuevos sonidos, que rompen en pedazos, los entrerruidos del roto silencio.

          Cuando la mente es creada, cuando la mente tiene un yo donde reside, siempre pide respuestas, para mantener la conversación.

          La Mente no piensa, es Una con las ideas. La Pregunta no puede ser respondida, porque existiendo sólo la Mente, no puede conversar y la respuesta está contenida en la pregunta que nunca será realizada.

          Caminando por los caminos, partiendo desde donde estamos para alcanzar las metas, los paisajes son infinitos, llegando continuamente a lugares donde el que llega nunca estuvo anteriormente.

          Cuanto vemos en la Vida, es visto desde el agujero de nuestras preconcepciones, de nuestro entendimiento y creencias.

          ¿Cómo mirar un Valle, sin nadie que mire, sin valle que ver?, ¿cómo explicar lo que nadie puede ver, cuando no existe nada que pueda ver o ser visto?.

          Pretendemos conocer el Ahora, lo que algo o nosotros estamos siendo. 

          Queremos conocer lo que somos, nuestra posición en el Universo, recorriendo las preguntas, acarreándolas en nuestra mente, tratando de que nos respondan: “¿Qué es el Ahora?”, el Ser.

          Pero el Ser, como Concepto, es que no puede haber algo que sea, algo que sepa que es. El Concepto del Ser, es anterior a su Potencialidad incluso.

          Pero es el ruido que invade el Silencio de la Vida, en la que el canto de los pájaros, el susurro de las nubes movidas por el viento, suena eternamente durante una Eternidad, antes de que existan los pájaros, antes de que haya nubes, antes incluso del nacimiento de la Eternidad, siendo Música, de Silencio.