Abrimos un
nuevo año, un nuevo ahora que tras 365 días analizaremos para ver lo que el año
ha dado de sí.
Nuestra curiosidad
por saber lo que nos traerá este 2019 es grande, mostrando cierta ansiedad, en
los deseos que nos entregamos unos a otros: “Que te traiga lo mejor,
que traiga paz, amor y felicidad, que te traiga algo mejor que este, que al
menos sea lo mismo”, tantos y tantos deseos,
tantas peticiones que soñamos traerá el nuevo año.
En mi
escepticismo, pienso que el nuevo año, solamente traerá: “Cataclismos,
desastres, días de sol, días de lluvia, nublados, y poco más”.
Las lluvias
y el sol, estarán influenciados y condicionados por la polución que producimos,
aparte de las causas naturales, los cataclismos y desastres, por las pruebas
nucleares que realizamos y hemos realizado, la extracción de sus entrañas de minerales,
gases y carburantes líquidos. Parte de los cambios producidos por: “Carreteras,
desforestaciones, edificaciones y modificaciones de su exterior e interior, de
esta Tierra que desearía traernos algo mejor, pero que solamente tiene lo que
ponemos en Ella”.
El resto
de lo que encontraremos en el año que comenzamos a crear, es lo que sucede con
las huchas o los calcetines de Papa Noel, los Reyes o San Nicolás, incluso los
benevolentes bancos actúan de la misma forma: “Encontraremos lo que
pongamos en su interior”, nada más hay en el
Vacío de esos lugares donde pedimos que el año encuentre algo que traernos.
Lo que
pedimos, obviamente es porque no lo tenemos y es deseado por nosotros: “Paz, para que
terminemos nuestras guerras, Amor, para que dejemos atrás nuestras
indiferencias, nuestros egoísmos, nuestras ambiciones, Felicidad, para que
dejemos de amargarnos la vida unos a otros, creando las dificultades y el
apoderarnos de lo que no nos pertenece, produciendo el sufrimiento en los demás
y en nosotros, todo ello con Salud, que permita que dejemos de envenenarnos la
vida propia y ajena, que origina todas las enfermedades y limitaciones”.
Quizás, por
ver que no nos tiene que traer nada el Año Nuevo, sino que somos nosotros los que
se lo tenemos que dar, para poder disfrutar de ello, soy un poco reacio a
mentir, diciéndole a los demás: “Que el Año Nuevo te traiga ….”,
porque lo que desearía de verdad es: “Que le demos al Año Nuevo,
la Paz, Amor y Felicidad, para que podamos disfrutar de ellas, sin crearnos el
envenenamiento de nuestro ser, disfrutando así de buena salud”.
En caso de
que no podamos aportar esas cosas, al menos que aprendamos algo de ello. Porque
es el camino para un día no tener que desearlo, porque cada día nos lo ofrezca.
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