No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

viernes, 11 de enero de 2019

CAMINEMOS HACIA LA GRATITUD

          Me dijeron, que lo importante es la gratitud, agradecer cuanto recibimos.
          Y me pregunto, qué puedo hacer si nunca he recibido nada.
          Debo agradecerlo o acaso puedo librarme de tenerlo que agradecer.
          Porque quien nada recibe, ha recibido nada.
          Algo, que hace necesario que tengamos bien definido y situado al yo que tiene que recibir, ese algo o ese nada que la Vida le da.
          Pero si algo tengo seguro es, que si estoy viviendo es porque tengo que ser Vida y si me agradeciese lo que me doy, parecería prepotencia.
          No tengo la seguridad si la muerte también es Vida, por lo tanto, agradecer el recibirla, al menos, porque tengo que estar vivo para que me la den.
          Y es que no es tan sencillo como parece, no ya el ser agradecido, sino saber lo que es el agradecimiento.
          A muchos de los que han venido a masaje de reflexología, una de las cosas que les digo es que carecen de gratitud. Que viven despreciando a cuanto les rodea.
          Si tenemos en cuenta que no suelo preguntar nada y que comienzo diciéndoles lo que yo le veo en los pies, la mayoría me miran indecisos, no sabiendo si marcharse, insultarme, preguntar o simplemente darme una patada, levantarse y marcharse con un portazo.
          Una de las costumbres de gran parte de las personas que he tratado, es la de comer rápido, apenas sin masticar, incluso los que comen en un tiempo adecuado o lento, apenas mastican para saber lo que se van a tragar, al estar distraídos pensando en cualquier cosa, con la mente en cualquier sitio menos comiendo, que es lo que están haciendo.
          Así son los tiempos, en los que hay que aprovechar los momentos y hacer cuantas más cosas mejor. Tener la mente en un sitio, el corazón en otro y el cuerpo donde está siempre: “Aquí”, pues no ha aprendido a estar en un lugar diferente que los pies.
          Cuando comemos distraídos o nos tragamos lo que es nuestro alimento para poder vivir, sin apenas saber lo que nos tragamos o con gula por ser una comida que nos gusta o deseamos, lo que no nos permite disfrutar y aprovechar lo que nos tragamos, pues lo que nos alimenta verdaderamente es el deseo o la gula: “¿Dónde reflejaremos esta forma de tragar para alimentarnos?”. Mi experiencia es, que en cualquier aspecto de la alimentación: Físico, emocional, intelectual o al vivir que es el único alimento de nuestro ser, eso que somos en realidad, o espiritual.
          Si no masticamos: “Comeremos más cantidad para obtener lo que necesitamos. Obligaremos a nuestro cuerpo, a trabajar más y más tiempo, para desaprovechar lo que nos hemos tragado al digerirlo, mientras producirá más toxinas. Habrá que ofrendarnos la vida de mayor cantidad de alimento, para mantener nuestra vida. Al necesitar dos platos de alimento, si la Vida nos da lo suficiente, alguien se quedará sin su comida. Son algunas de las consecuencias de tragar las cosas, alertando a nuestro sistema inmunológico de la entrada en nuestra individualidad de objetos extraños, desconocimiento de lo que hemos tragado que nos impide aprovecharlo”.
          Lo que nos dice que no agradecemos a nuestro cuerpo al maltratarlo y obligarlo a trabajar, sin disfrutar y sin aprovechamiento de su trabajo.
          No agradecemos el sacrificio de su vida de los alimentos, para nutrir la nuestra.
          No agradecemos a las personas que: “Criaron, compraron, transportaron, cocinaron, sirvieron, y nos proporcionaron el alimento, ni a las personas que murieron probando lo que encontraban y aprendiendo lo que era comestible con su propia vida”.
          Pero quien se traga el alimento: “Se traga los sentimientos, los pensamientos y sobre todo se traga lo que debería estar viviendo”.
          No veo, que una sociedad que se alimenta, aprendiendo a engullir o tragar lo que la Vida les entrega para que puedan vivir, pueda creer que por decir gracias automáticamente nos convertiremos en personas agradecidas.
          Pienso, que disfrutar al alimentarnos, sabiendo lo que tragamos y no utilizando o sacrificando más alimento de lo estrictamente necesitado, es el mayor agradecimiento que podemos darnos siendo Vida.
          La verdad es que no hay nada que agradecer, sólo ser lo que somos: Vida, y entregar nuestra individualidad a su manifestación, es el auto-agradecimiento que no hay nadie a quien entregarle.



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