En mis
explicaciones acerca de la salud, nunca traté de ser políticamente correcto o
decir palabras, que fueran entendidas como que la enfermedad era producto de la
maldad de una célula, de un virus, de alguien malvado o un castigo por algo.
Ser una
persona con cáncer, no es tener cáncer, porque ello conllevaría tener que
extinguirlo matándole, siendo como es células de nosotros mismos.
Su asesinato,
es matar una parte de nosotros, no algo extraño invasor o que cargamos
innecesariamente, sino que son células nuestras, de lo que somos, que han
aprendido a atacarse, que es lo que realizan cuando atacan a las otras células
que le permiten existir.
Pienso, que
bastaría con trabajar para ser una persona ….., a la que no se le añadiera el
calificativo de con cáncer, o una salud cancerosa.
No sabemos
cuál es el entendimiento de la vida que experimentamos, o percibimos alrededor,
qué es lo que aprendemos con las vivencias que experimentamos, escuchamos,
vemos o simplemente nos enteramos que han sucedido.
Pero nuestras
células aprenden, manifiestan y metabolizan nuestra forma de percibir y aprender.
No es
fácil saber el porqué o el cómo, por lo que no he sido contrario a la
medicación, que a veces nos da tiempo para cambiar y pensar que ha sido la
medicación la que nos ha curado.
Pero es la
consecuencia, de negar nuestra responsabilidad de la creación de lo que somos,
tampoco pensamos que el mérito o que el resultado sea también lo que hemos
creado nosotros.
Necesitamos
la ayuda de nuestros padres para nacer, el aíre para respirar, el agua para
nadar, el suelo para caminar, el sacrificio de otras vidas para vivir. Por qué
no aceptar la ayuda de los médicos, de la medicina, para obtener el tiempo y la
ayuda que nos permita crear la persona que deseamos ser.
Aceptar la
responsabilidad, no nos hace culpables, pero nos dice que nadie nos ha
castigado, que no hemos hecho nada malo, simplemente hemos creado las
condiciones que han creado lo que somos, de las que aprendemos y de las que tendremos que
seguir aprendiendo, para recorrer el camino de crear la persona soñada.
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