Descalzo y desnudo de pecho, me mezclo con la gente del mundo.
Mis ropas están rasgadas y
cargadas de polvo, y siempre estoy feliz.
No uso la magia para extender mi vida; Ahora, ante mí, los árboles muertos cobran vida.
No uso la magia para extender mi vida; Ahora, ante mí, los árboles muertos cobran vida.
He
abandonado el látigo y las cuerdas.
Finalmente,
la décima imagen muestra al pastor iluminado que ingresa al mercado de la
ciudad, haciendo todas las cosas normales que todos los demás hacen. Pero
debido a su profunda conciencia, todo lo que hace es bastante extraordinario. Él
no se retira del mundo, sino que comparte su existencia iluminada con todos los
que lo rodean. No solo dirige a los pescadores y posaderos en el camino
del Buda, sino que, debido a su energía creativa y al resplandor de su vida,
incluso los árboles marchitos florecen.
Siendo lo
más fácil, ser lo que se es, la vida y todo cuanto existe tal como es.
Las flores
siendo flores, que nacen en frutos, que nacen en semillas, que nacen en plantas,
que son flores.
El agua
salada en el mar y algunos ríos, dulce en otros, con sabor a rocas en otros,
pero siempre siendo agua.
Existir eternamente
como niño, sin crecer o dejar de hacerlo.
Vivir sin
aprender nada, solamente como Sabiduría del Ahora.
Ser solamente
hombre, para que exista y pueda vivir Buda.
Ser Buda,
para que pueda existir el Hombre.
Permaneciendo
en ese Vacío, que hay que ser para acoger lo que somos.
Siendo Vacío,
que acoge a cuanto es, sin serlo y sin poder dejar de ser.
Alegres recorriendo
el mercado, sin nada que portar, sin nada que dar, nada alrededor, nada en él,
florecen las flores, pescan los pescadores y los posaderos dan cobijo al
caminante.
El buscador
no encontró nada, dejando de buscar, el búfalo permanece escondido entre las
jaras, contempla la imagen de la luna reflejada en la charca de la conciencia.
Dice una
canción: “La luna se está peinando, en los espejos del río, …..”, pero el Búfalo,
se hizo agua, para eternamente reflejar la Conciencia Pura de la Luna Llena.
Buscar al
Zen es desear ser lo que Es, encontrarlo, es estar siéndolo.
El Zen, no
busca, no conoce, no se es, porque no hay Nada Siendo. Ese es su Vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario