El hacer
las cosas correctamente, aparentemente, no necesitaría de valores o principios
en nosotros. En nuestro interior existe un alma y un Espíritu que nos deberían
de indicar el camino correcto.
Pero hemos
sido dotados de Libre Albedrío para nuestra aventura en la Dualidad, por lo que
no podemos ser forzados o llevados por nada a decidir lo que es correcto, siendo
algo que es personal e individual.
Es el
grupo, la individualidad colectiva la que nos transmite unos valores y
principios que deberían corresponderse con los Conceptos con mayúscula de:
Humanidad, Amor, Dios, Religión y la existencia de una Individualidad Absoluta,
que no pudiendo percibirse se Manifestase como Vacío Acogedor de Todo.
Cuando decimos,
que los conceptos son difíciles de implantar en nuestras vidas y convivencia,
son los conceptos con minúscula, que es comparar nuestra realidad con lo que
debería ser o bien mirar lo que deberíamos destruir y crearlo nuevo.
El Concepto
con mayúscula, sin embargo, es la Meta donde debemos llevar nuestra
manifestación, nuestro vivir. En Él no hay Dualidad manifestada como
separación, pues su manifestación es siempre como Absoluto. No pudiendo haber
comparaciones, análisis o discriminaciones viviendo en Él.
El que la
Humanidad se apoye en el Amor, más incluso que en el amar.
Que el
Amor, sea tan incluyente, tan de entrega, que desaparece la Dualidad, no
quedando quien ame o qué amar, quedando solamente Manifestación de Amor o Vida.
Pero los
principios y los valores, que son necesarios para la convivencia con nosotros
mismos y con los demás en una manifestación Dual o de: “Separación de yo y
otros”, nos lleva a Dios, al que hemos
encarcelado en la letra de la Religión.
La Religión
al servicio de lo Absoluto, de la Vida, es la que debemos dar vida en nosotros
mismos, para que el Espíritu de ese Absoluto al que llamamos Dios, y puede
recibir cualquier nombre y regir cualquier Religión que viva en nosotros, en
cada uno, siempre y cuando nos rijamos por el Concepto de Absoluto representado
en los conceptos de: Humanidad, Amor, Religión y Dios, como Individualidad Absoluta.
El Concepto,
no es la mejora de algo que hemos creado, la ejecución correcta de acciones, o
hacer correctamente algo, que podríamos llamar concepto.
El Concepto
es el Absoluto desde donde hemos partido, que representa unos valores y principios,
en los que no puede existir el: “Yo, los otros, bien o mal, correcto o incorrecto, ni principios o
valores”, siendo nosotros los que con cada
Ahora, manifestamos, existiendo en ese Vacío de Paz y Felicidad con Todo por
serlo, damos Vida y Somos el Concepto mismo.
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