Como sabéis
soy creyente, convencido de la existencia de Dios, porque hay un Concepto que
nosotros hemos llamado Dios.
Somos nosotros
los que hemos decidido lo que significa, la Naturaleza y sus atributos y
responsabilidades.
Algo, que
nos hace responsables, de nuestros errores al atribuirle algo que, por la
propia Naturaleza y sus Atributos o responsabilidades, le es imposible hacer.
Siendo, Justo,
Padre de Todo, Absoluto más allá de toda Infinitud, Amor Puro, y que siendo
nuestro origen y el de toda la Vida, por ser su Esencia sin Principio o Final,
nos ha imbuido de Libertad, la misma que Él Es, llamada por nosotros el Libre
Albedrío, para manifestar Su Naturaleza, que es la nuestra.
Hemos creado
muchas religiones, tratando de encontrar una relación con Él, que simboliza lo
Absoluto, de todo cuanto cobre existencia y de aquello que no llegue a tenerla.
Cada una
ha tratado de encontrar una relación con Él, le ha dado entidad a la que
adorar, siempre y cuando nos conceda lo que le pedimos. Cuando no encontramos
la satisfacción a nuestros deseos, le negamos o le tememos, simplemente le
cambiamos o a veces sintiendo nuestra responsabilidad, aceptamos lo que
recibimos, esforzándonos por encontrar la realización de nuestros deseos y
sueños.
Siempre se
ha creído en algo, llamado: dios, destino, vida o espíritu, incluso por breves
periodos hemos creído en nosotros: “La Humanidad”.
Hemos abandonado
numerosos dioses, en busca de otros que nos diesen más, más poder, más
beneficios, más riqueza y suerte para ganar nuestras batallas con su ayuda.
Nuestro mayor
error ha sido, concederle tanto poder, por encima de los errores que en su
práctica han tenido las religiones, el fracaso de Dios, ha sido el que le
hayamos concedido tanto poder, sin recapacitar sobre Su Naturaleza, esa que le
damos y que Le impide, hacer lo que pedimos.
Estamos en
ese círculo, que por más que intentamos salir, solamente nos produce cansancio,
al olvidarnos, que la salida está en nuestra responsabilidad de ser Círculo.
Dios por Su
Naturaleza y Esencia, no puede discriminar, en ningún aspecto. Algo que incluye,
entre el bien y el mal. Favorecer uno de los dos, implicaría la desaparición de
los dos. Tratar de destruir uno, significaría su fortalecimiento en una lucha,
en la que Dios combatiría con una de sus mitades.
Dios por Su
Naturaleza y Esencia, no puede darnos aquello que no hemos ganado, tampoco
puede negarnos aquello que merecemos realmente.
Dios por Su
Naturaleza y Esencia, siendo Todo, vive en cada una de las individualidades,
pero no puede percibirla en la separación, sino como Todo. Algo que le impide
entrometerse, en nuestro Libre Albedrío para manifestarnos libremente.
Dios por Su
Naturaleza y Esencia, no puede castigarnos o premiarnos, coaccionándonos para
que hagamos lo que Él desee, porque en nuestra Libertad está el manifestarnos
creando lo que somos. Somos nosotros, los únicos responsables de lo que tenemos
y somos, si es que pensamos que somos libres y que Dios es Amor.
No hay
mayor muestra de Amor, que la libertad de lo amado, no hay mayor muestra de
Amor, que entregarnos totalmente a lo amado, tan profundamente, que nos
manifestamos siendo lo amado, sin discriminación.
Dios es
nuestra meta, Dios es nuestro Principio y Final, si es que deseamos salir del
círculo sin salida, que solamente siendo círculo nos permite, no tener
Principio o Final.
No deberíamos
pretender que Dios nos dé Vida, porque debemos ser nosotros los que se la demos
a Él manifestándole, siendo: Todo, Amor, que en su libertad, crea el Bien,
indiscriminadamente de lo que recibe.
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