No pretendo molestaros

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Yui Shin

lunes, 2 de diciembre de 2019

MIRANDO LA CONSCIENCIA

          Entendemos como consciencia, el ser conscientes de algo. Incluso cuando miramos la Consciencia Universal, de alguna manera, pensamos o entendemos que hay una Mente que es consciente de Ser, o que la Consciencia permite que la Mente perciba a la Consciencia.
          Pero la Consciencia que hay en el Universo, en la Vida o en Dios, no lo es por tener consciencia de algo, incluso de una existencia propia o ajena. La Consciencia del Uno o del Todo, es: Siendo.
          Ese Ser, que es posible en el Aquí y Ahora, sin un yo o algo que sea consciente de ello, es lo que sería la Consciencia como Absoluta o como Concepto.
          Lo podemos ver en la Naturaleza: La tormenta, el tornado, la erupción volcánica, las inundaciones, los terremotos, los cataclismos solares o estelares, suceden sin que haya: odio, venganza, castigo, amor, ayuda, discriminación o cualquier sentimiento que sea soportado por una entidad que sea consciente de un propósito o meta.
          En el niño, su fe, su confianza, su creer que será atendido y ayudado a crecer y seguir viviendo, le permite nacer indefenso a una vida de incertidumbre. En ese creer y tener fe y confianza, no hay razonamiento, ni tan siquiera hay consciencia de que suceda. Tampoco hay un por qué o esperanza de que suceda o de que nos permita ser o alcanzar algo en el futuro.
          La madre o los padres, no saben qué será o en qué influirá el hijo, en sus vidas. Se enfrentan a una situación, con esperanzas de poder ayudar a crecer al hijo, que serán capaces de satisfacer sus necesidades e indefensión, con sus propias fuerzas que aún no han sido probadas y que presuponen tendrán. Tiene que tener una fe de que algo se materializará, pero desde la duda.
          No son comparables la fe, la confianza, el creer del hijo, desde lo nuevo, desde la ignorancia y una mente casi en blanco, con la de los padres, que saben de las dificultades, de los problemas y que tendrán que esforzarse por una vida que han creado, que tendrán como responsabilidad hasta que sea autosuficiente, para integrarse en la familia social.
          La fe, de que obtendremos como manifestación de la Vida, de lo que somos, por las condiciones que nosotros ayudemos a manifestarse, que seremos coparticipes de la creación del Ahora en el que existiremos, no es algo de lo que podamos ser conscientes, es algo, que tiene que existir en la Consciencia de lo que estamos siendo.
          Miramos la fe, como algo que se refiere a las religiones, pero nada al nacer, sabe de la existencia de ellas. Pero tiene Fe en crecer y vivir, que recibirá la ayuda necesaria, que tendrá que crear la vida que vivirá, haciéndolo en cada ahora en el que esté. Porque la Naturaleza de la Fe, la Confianza y el Creer, está y es, la propia Naturaleza de la Vida.
          Queremos tener consciencia de lo que somos, de la vida, de lo que nos rodea, toda esa consciencia pertenece al yo, a la dualidad que separa las mitades para poder percibirlas. Su fe, está en metas y cosas que el yo espera hacer o que sean realidad.
          Pero existe la Consciencia como Concepto, como Absoluto, como Todo, llegando incluso al Uno, que mantiene unidas sus dos mitades. Carente de Yo, su Fe, solamente está Siendo lo que Es, en el Aquí y Ahora.



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