Entendemos
como consciencia, el ser conscientes de algo. Incluso cuando miramos la
Consciencia Universal, de alguna manera, pensamos o entendemos que hay una Mente
que es consciente de Ser, o que la Consciencia permite que la Mente perciba a
la Consciencia.
Pero la
Consciencia que hay en el Universo, en la Vida o en Dios, no lo es por tener
consciencia de algo, incluso de una existencia propia o ajena. La Consciencia
del Uno o del Todo, es: Siendo.
Ese Ser,
que es posible en el Aquí y Ahora, sin un yo o algo que sea consciente de ello,
es lo que sería la Consciencia como Absoluta o como Concepto.
Lo podemos
ver en la Naturaleza: La tormenta, el tornado, la erupción volcánica, las
inundaciones, los terremotos, los cataclismos solares o estelares, suceden sin
que haya: odio, venganza, castigo, amor, ayuda, discriminación o cualquier
sentimiento que sea soportado por una entidad que sea consciente de un
propósito o meta.
En el
niño, su fe, su confianza, su creer que será atendido y ayudado a crecer y
seguir viviendo, le permite nacer indefenso a una vida de incertidumbre. En ese
creer y tener fe y confianza, no hay razonamiento, ni tan siquiera hay
consciencia de que suceda. Tampoco hay un por qué o esperanza de que suceda o
de que nos permita ser o alcanzar algo en el futuro.
La madre o
los padres, no saben qué será o en qué influirá el hijo, en sus vidas. Se enfrentan
a una situación, con esperanzas de poder ayudar a crecer al hijo, que serán
capaces de satisfacer sus necesidades e indefensión, con sus propias fuerzas
que aún no han sido probadas y que presuponen tendrán. Tiene que tener una fe
de que algo se materializará, pero desde la duda.
No son
comparables la fe, la confianza, el creer del hijo, desde lo nuevo, desde la
ignorancia y una mente casi en blanco, con la de los padres, que saben de las
dificultades, de los problemas y que tendrán que esforzarse por una vida que
han creado, que tendrán como responsabilidad hasta que sea autosuficiente, para
integrarse en la familia social.
La fe, de
que obtendremos como manifestación de la Vida, de lo que somos, por las
condiciones que nosotros ayudemos a manifestarse, que seremos coparticipes de
la creación del Ahora en el que existiremos, no es algo de lo que podamos ser
conscientes, es algo, que tiene que existir en la Consciencia de lo que estamos
siendo.
Miramos la
fe, como algo que se refiere a las religiones, pero nada al nacer, sabe de la
existencia de ellas. Pero tiene Fe en crecer y vivir, que recibirá la ayuda
necesaria, que tendrá que crear la vida que vivirá, haciéndolo en cada ahora en
el que esté. Porque la Naturaleza de la Fe, la Confianza y el Creer, está y es,
la propia Naturaleza de la Vida.
Queremos tener
consciencia de lo que somos, de la vida, de lo que nos rodea, toda esa
consciencia pertenece al yo, a la dualidad que separa las mitades para poder
percibirlas. Su fe, está en metas y cosas que el yo espera hacer o que sean
realidad.
Pero existe
la Consciencia como Concepto, como Absoluto, como Todo, llegando incluso al
Uno, que mantiene unidas sus dos mitades. Carente de Yo, su Fe, solamente está
Siendo lo que Es, en el Aquí y Ahora.
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