No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

jueves, 14 de mayo de 2020

ENSEÑANDO AL MAESTRO

          Mi Maestro, cuantos recuerdos, cuántos momentos olvidados, cuántos momentos sin Maestro.
          Lo que permitió que estuviésemos tantos años juntos, es que no trató de enseñarme nada y nunca. No habría soportado estar junto a un listo.
          Lo que más orgullo me dio de nuestra convivencia, es lo agradecido que era con todo lo que aprendía de mí. Fui el primer español en vivir en el templo.
          Su asombro, cuando le decía lo que había leído en libros de budismo, hinduismo y lo que le explicaba del cristianismo, y su sorpresa de mi amplio conocimiento, le llevó a estar profundamente agradecido a mis enseñanzas.
          Los años pasan, junto a Él y ahora con Él, y me lamento de no ser capaz de encontrar a otro Maestro.
          Tantas personas como me dicen que buscan a un Maestro para que les enseñe, y me siento afortunado, de haber encontrado a uno que se dedicaba a aprender. No le importaba qué o de quién, o si sabía o era ignorante, aprendía conocimiento e ignorancia indiscriminadamente.
          No fui capaz de aprender, empeñado en enseñarle cuánto sabía. A pesar de ello, estoy convencido que uno se hace Maestro por su capacidad de aprender, no por sus conocimientos.
          Fui su discípulo como tantos otros, todos los que le enseñamos y llenamos de conocimientos su profundo Vacío, su Infinita Ignorancia, por no tener, quien ocupase el lugar que pensábamos que ocupaba.



1 comentario:

  1. Muy bien Don Carlos.Te confieso que he aprendido mucho más de lo que creía de ti. Un abrazo.

    ResponderEliminar