No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

jueves, 14 de mayo de 2020

NOMBRES SIN RAÍCES

          ¿Cuántas lecturas?, Cuántas escuchas?, necesitaremos, para recordar, que hemos sido nosotros los que hemos definido y nombrado los valores y principios, que determinan si el nombre de algo se corresponde con lo que es y sus funciones.
          ¿Cuántas dudas y vueltas tendremos que dar?, para recordar a lo que hemos llamado Dios, a lo que hemos llamado Vida. Cuántos filósofos y religiones, cuántos científicos y estudiosos, necesitaremos para recordar, el significado de las palabras, que inventamos o escogimos para nombrar nuestros conceptos.
          ¿Cuándo honraremos, el nombre escogido para nosotros mismos de humanos?, ¿Cuándo decidiremos ejercer la función de lo que decimos ser?.
          Es sólo cuestión de semántica, es sólo decir que somos lo que pensamos, lo que decimos, considerando innecesario el hacer, el manifestar, que somos y tenemos derecho a usar el nombre que escogimos libremente para definirnos.
          Nuestro olvido del hacer, nos ha traído a considerar que sabemos aquello que memorizamos, que no hay que hacer lo que pensamos o deseamos, que es suficiente con ostentar el nombre, que decir lo que vamos a hacer, es suficiente para ganar que nos respeten.
          Hemos hecho leyes de higiene, leyes de uso correcto de los bienes, leyes de cómo relacionarnos, leyes para proclamar las leyes que necesitaremos.
          Bibliotecas llenas de libros, con leyes de cómo debemos vivir y convivir, con el resultado de que: Vivimos con miedos, con falta de amor por nosotros mismos, creando necesidades para sentir que amamos a los demás al ayudarles, creyendo que manifestarnos o decir que vamos a solucionar los problemas que le creamos a la Tierra, que vamos a abandonar las guerras, los abusos, las violaciones de todo tipo, es lo correcto. Por lo que continuamos creando los problemas, para poder sentir el orgullo de solucionarlos.
          Decimos respetar a los animales, combatimos con los demás porque no lo hacen, nos hacemos vegetarianos para mejorar nuestra salud y sentir que amamos a nuestras mascotas.
          Defendemos a los animales, pero les dejamos sin lugares donde vivir de acuerdo a su naturaleza. Les protegemos de nosotros, pero sin renunciar en nuestras vidas, a lo que les crea los conflictos para vivir libremente.
          Y es que principalmente, hemos olvidado el significado que le dimos a los nombres que usamos, el significado de las palabras que dan valor y principios a nuestra convivencia.
          Leemos, oímos, vemos, lo que dicen, escriben y muestran, los Maestros y los grandes memorizadores de lo que se escribió, de los grandes explicadores del significado de las palabras que definen lo que somos o decimos ser.
          Vivimos en las frases, uniendo palabras que crean un significado concreto y acordado.
          Pero no es suficiente con la comprensión, no se quita el hambre con saber cocinar, ni tan siquiera cocinando. El hambre se extingue al mismo tiempo que comemos.
          Las palabras, tienen el significado que les da su función. Amar, por ejemplo, no son las explicaciones o el arrejuntamiento lo que le da su significado, sino amar sin discriminación, sin necesidad de que una ley diga qué o cómo, el significado de amar es: Vivir, existir y manifestar lo que somos amando todo sin exclusión, siendo Amor.



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