Una cumbre tan pequeña, tan aguda, que
sólo uno puede estar y existir en ella.
Pero no hay Maestro o Iluminado, que
no sienta la montaña que le permite ser cumbre, como siendo cumbre también.
La cumbre tiene su razón de ser en
toda la montaña, en todo el valle que sustenta y le permite ser cumbre de la
montaña única.
Su soledad no es como Maestro o
Iluminado, sino como Montaña.
La montaña, no podría serlo sin
cumbre, porque sería algo inacabado, inconcluso que no podría llamarse montaña.
Incluso las mesetas tienen cumbre, también
los llanos, porque no hay nada que no tenga un arriba y un abajo.
El Maestro o el Iluminado, nunca están
solos, porque son la Soledad del Uno.
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