Cuando Shakyamuni nos habla de que
Todo, tiene por Naturaleza el Vacío, es lo más lógico, lo natural, lo obvio y
por tanto lo simple.
Cuando tratamos de entenderlo, vemos
que hay tantas cosas, tantos Universos, tantos espacios llenos, que nos parece
mentira que pudiese pensar que la Verdadera Naturaleza del Principio y el Final,
por tanto, sea el Vacío.
Recuerdo, el tiempo que estuve
esperando para nacer, tras una eternidad esperando, hubo un hueco en el que no
había nada, que pude ocupar para poder nacer.
Y es que antes de mi principio, lo más
importante y necesario era que hubiese un sitio vacío que pudiese ocupar para
poder nacer a la existencia.
Y es que incluso cuando nació Buda,
tuvo que hacerlo en un lugar que no estaba ocupado: El Espacio, el Universo
Infinito.
Pero el nacimiento de Buda, originó
que naciese el Vacío, pues la obviedad es manifiesta: Buda ocupaba el Vacío, lo
llenaba, porque no había nada en Él.
Parece algo complicado que si existe
Buda es porque encontró un espacio vacío, y que el Vacío naciese porque el
Universo estaba ocupado por Buda.
Pero es sólo el Yin y el Yang:
Todo-Nada, Absoluto-Vacío, en el que los dos opuestos, las dos mitades, son la
Individualidad integrada por las dos mitades, por los opuestos, donde el Yang
no sabe de la existencia del Yin, y el Yin no conoce el Yang, donde el Yin a
veces es Yang, y el Yang es Yin, si hubiese algo que pudiese contemplarlos y
compararlos, para lo que tendría que saber, que sólo puede hacerlo mirando
desde la Dualidad separando las mitades.
Para poder ver las dos mitades en una
sola Individualidad, sólo desde la abstracción en la que nadie está mirando,
que no hay un lugar que esté ocupado por mi yo, es desde donde puedo mirar.
Un Maestro Zen decía, que la respuesta
a una pregunta es la misma pregunta.
Obviamente la respuesta a querer saber
lo que algo es, se responde por sí misma: “Lo que es”.
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