Todos somos capaces de cocinar para
comer, incluso podemos comer sin cocinar.
Pero ser cocinero, requiere conocer
recetas y tener intuición para conjuntar sabores, así como dedicación y
esfuerzo por conocer lo que cocina.
Podemos leer cómo se cocina un pez
globo, o cocinarlo sin saber su toxicidad, lo más probable es que muramos
envenenados o lo haga quien lo coma.
Hay que conocer la teoría, el
concepto, y tener experiencia y saber cómo preparar y entender los alimentos,
para que realmente podamos hacer algo más que pasear o estar en la vida.
En nuestros días, hace unos siglos,
llegamos a la conclusión de que estamos creados a imagen y semejanza de Dios. Cuando
no creemos en Él, nos auto llamamos seres humanos, a pesar de no cumplir ninguna
de las condiciones que hemos establecido para una sociedad humana, por estar
compuesta de seres humanos.
De la misma manera, hemos olvidado que
el Concepto Dios, lo hemos creado nosotros y que Dios siempre ha sido
considerado a imagen y semejanza nuestra, y no al contrario, que es algo
reciente.
Aquello que nos permitía vivir, lo que
nos era necesario, lo que nos mostraba más poder que el nuestro, poco a poco,
fue siendo considerado como Dios, o su hogar. Dios de: la tormenta, del río,
del Sol, de la montaña, incluso los peces grandes eran su representación o
manifestación en el río, las grandes montañas su hogar.
Pero las plantas no crecen igual en
verano que en invierno, nosotros no vivimos igual el frío que el calor, había
veces que comíamos y otras que éramos comidos, vimos que tras la muerte renacía
una nueva vida, que la vida se desarrollaba en la armonía de todo cuanto podíamos
percibir.
Viendo que todo funcionaba como una
sola individualidad, creamos dioses que eran como nosotros: Ambiciosos,
envidiosos, con deseos, con ganas de obtener más poder, soñando con la
dominación y el poder disponer de los seres de los mundos inferiores a
voluntad.
Vivían en el Olimpo, o cualquier
cielo, donde se peleaban por ser el que más poder obtenía, al igual que
nosotros en la Tierra, sólo que ellos también eran los que amparaban y
concedían los deseos de los hombres.
Al evolucionar en nuestro pensamiento,
creamos al Dios Único y Verdadero, que era nuestro creador, que no tenía
principio o final, porque era el Creador de Todo y su Salvador. Con poder para
castigar o premiar nuestra obediencia, para dejarnos vivir en la Tierra,
llevarnos al cielo o condenarnos al infierno, por un tiempo o por una
Eternidad.
Nacieron las naciones, los imperios, el
poder absoluto de los reyes y poderosos, sobre la vida y hacienda de los vasallos,
dándole el mismo poder al Dios que habíamos creado, pero aumentándolo para que
sirviese como guía a los reyes y poderosos, pues podían soñar con tener el
mismo poder que Dios, siendo su mano, su representación, su ejecutor en la
Tierra.
Dicen que el budismo no es una
religión, que no tiene un Dios realmente, ni cuenta la Creación del Universo.
Sólo
dice que Todo es Buda, que Buda es Todo. Que es lo que se dice de Dios como
Concepto.
Somos Buda siempre, desde antes del
tiempo y cuando este desaparezca, que es lo que dice el Concepto de Dios.
Buda no dispone de la vida de lo
creado, sino que es libremente cada individualidad la que puede manifestarse
como Buda. Por tanto, aceptando la responsabilidad y funciones que debe de
ejercer quien quiera serlo y usar el Nombre. Porque mientras seamos o exista
Buda, estaremos en la manifestación de Su Dualidad, no porque haya algo
diferente, sino porque en nuestra Libertad, hemos decidido manifestarnos como
gente.
Es por tanto nuestra decisión y
voluntad, la que ha creado un Dios sin Humanidad, con sus mitades aparentemente
separadas, y necesitando obtener un nombre por el que le llamemos, y conozcamos
Su existencia, y que si queremos que sea como decimos, lo tendremos que crear
manifestándonos como queremos que sea.
No son las recetas o las buenas
intenciones del cocinero, lo que nos alimentará. Sino el alimento que aportemos
para ser cocinado, cuando lo comamos.
Pero el alimento que obtendremos, es
el que creemos con la energía de lo comido.
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