Son principios y valores Universales, los precursores de alcanzar la Humanidad.
Nosotros hablamos y pensamos en una
humanidad, del hombre, la imagen y semejanza de Dios.
Pero el Concepto de Humanidad, que
hemos desarrollado y creado, es el de una convivencia con unos valores y
principios, que permita llamarse a esa convivencia humana.
Algo que debería trascender, el ámbito
de la Tierra, un lugar microscópico en el Universo.
Desde el momento que hay valores y
principios, esa convivencia, está existiendo en la Dualidad, en los opuestos,
en las polaridades.
Estos principios y valores Universales,
tienen que incluir por tanto sus opuestos, encontrando el equilibrio que
permitan que nos mostremos y existamos como humanos.
Pero no sólo el hombre, sino la manifestación de la Vida como Universo.
No es una Verdad, que carece de tacto,
de oportunidad de expresarse, cómo hacerlo, y que la sinceridad de quien la
vive, permita su diferencia, su infinidad de formas de expresarse.
Una Dignidad, que respete la Vida,
sólo eso. Pero que no carezca de firmeza y decisión para corregir los desvíos,
cuando no se respeta la Verdad ajena, la Justicia diferenciada por
circunstancias y el por qué.
Todo ello, nos debería llevar a una
convivencia, con el resto del Universo que se basaría en el Respeto, la
Aceptación, y la no creación de conflictos para poder resolverlos, sino porque
lo natural en la Vida es el Libre Albedrío de elegir entre dos opciones en
Libertad, siendo este el Eterno conflicto que tendremos en nuestro vivir.
Pero la Eternidad no es la Naturaleza
de la Vida, por ello estos principios nos deben llevar al Amor, donde se
trasciende la Dualidad, el yo, el otros, la existencia de Principios y Valores,
incluso el de Existencia o Vida, porque sólo se manifiesta como Ser.
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