Mirándola embelesado,
Pletórico de amor,
Le dije con voz
temblorosa,
Que vivía y viviría
por ella.
Apenas desviados los
ojos,
Se marchó a las
estrellas,
Fiel a mi palabra,
Morí,
Para que viviera ella.
No es el cuerpo el que
vive,
Sino el amor que el
corazón llena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario