En algún momento, y en alguna ocasión,
por las circunstancias o por quienes escuchaban, que sería parte de los
asistentes, dijeron algo acerca de adorar a Dios o los dioses.
A veces por ver que alguien o una
sociedad, seguía la letra de las enseñanzas, o que las acogía como única
Verdad.
Sabiendo que entre Dios y la Creación
que lo ha Creado, no hay separación, que no es la Letra lo que le da Forma y
Espíritu a Dios, sino lo que nosotros manifestamos en nuestro vivir, nuestro
hacer, nuestro pensar, nuestra relación con lo que somos: Universo, Única Manifestación
del Dios que hemos Creado.
Por eso nos dicen que siendo su Manifestación
fuera, es un error buscarla exteriormente, porque la búsqueda es encontramos a
nosotros en el Interior de la Manifestación.
Siendo Arriba como como Abajo, buscamos
al Dios que somos, en el interior de nuestra manifestación física, en el
corazón que es la Casa del Espíritu Divino, de nuestro Ser. Por ser donde se
guardan los Sentimientos de Amor, que siente el Espíritu.
Dios es en realidad tan físico y Puro,
como seamos capaces de manifestarlo en nosotros mismos. Pero su Concepto, su
Naturaleza no dependen de ello.
Porque Dios y la Religión, no son la
Letra, sino nuestra manifestación, nuestro vivir. Ellos independientemente de
nosotros, seguirán existiendo, porque Dios es Todo, y cuando hay cosas, hay
todo, cuando no hay es Todo lo que hay.
La Religión nace de la relación de las
partes, que pueden escribirse, reflejando un momento, una situación y un deseo
de llegar donde hemos establecido nuestra meta como seres Humanos, la
Humanización del Universo, siendo Uno.
Un Maestro dijo que si vemos a Buda
debemos matarle. Obviamente el Buda que vemos es un Buda fuera de nuestro
corazón, es un Buda que no nos tiene en Él. La culpa no es de Buda, sino
nuestra por haberle negado, por haberle expulsado de nuestro ser.
Por eso debemos matar a ese buda, pero
no a Él, sino a nuestra Ignorancia que nos mantiene fuera de Él.
En el Todo de Buda o Dios, no sólo
estamos los que llamamos humanos, ni los animales que usamos de mascotas o nos
gustan, o las plantas, o las constelaciones. En el Todo se incluye objetos
animados e inanimados, bellos y asquerosos, bonitos y feos, buenos y malos, que
nos gustan o que odiamos. Por eso es tan difícil que nazca Dios o Buda.
Es quizás por ello que los Maestros,
nos llevan a un lado y otro con sus frases, tratando de que al pararse el
péndulo, lo haga en el sitio correcto: En Dios, en Buda, en la Vida, en el Ser.
La Vida es Una, pero nuestro vivir es
individual.
Dios es Absoluto, pero tiene que nacer
en cada uno del Infinito Todo.
Siempre hay que tener en cuenta que
somos su letra, pero que tenemos que ser responsables de cómo se manifiestan la
Totalidad de los Universos.
Nuestra importancia, es que: sin
nosotros, cada uno de nosotros, de nuestras células o átomos, Dios sería
diferente, no existiría para nosotros si no existimos en la Dualidad.
Shakyamuni dice que Buda existe porque
existimos nosotros, y que nosotros lo hacemos porque existe Buda.
Cualquier célula de nuestro cuerpo,
puede hacerlo desaparecer. Cualquier pensamiento, puede hacer que no vivamos
realmente. Pero ninguno de ellos existiría sin nuestro cuerpo. La existencia de
uno, no es posible sin los otros.
A veces los Maestro, tienen que
obligarnos a pensar, porque en su Amor, no pueden dejarnos seguir siendo
ciegos, que quieren ir solos al lugar que le ha gustado a alguien y no podrán
encontrar o ver.
Dios, el Cielo, el Nirvana, Buda, el
Diablo, el Infierno, son cosas que hemos creado en nuestro corazón, y por tanto
es lo que es nuestro vivir, y la Vida que manifestamos. No existen, pero no son
sueño. Son Reales, pero si les damos vida en nosotros.
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