Qué importa el tiempo o lo que pasa
ahora, en este instante, si somos en Esencia Dios.
Es parte del pensamiento que llevó al
Panteísmo, a pensar que somos un cuerpo inexistente en la Realidad, que es
portado o portador de un Espíritu cuya Naturaleza, es Amor y Felicidad.
Nuestro sufrimiento, nuestra miseria o
nuestra abundancia, están destinadas a morir y ser Eternidad y existir en Dios,
donde sólo la Felicidad y el Amor, son manifestados.
Algo que nos lleva a poner en segundo
lugar nuestro hacer, nuestra manifestación en la materia, porque somos la Divinidad
o al menos una parte.
Algo que hace que pensemos que el
sufrimiento producido por la Ignorancia, es inexistente en nuestra Realidad,
porque somos el Espíritu y la Naturaleza de Buda.
A veces, el mirarse el ombligo no es
egoísmo o no ver la Realidad.
Lo que somos no cambia a pesar de que mueren
y nacen muchas células a lo largo de nuestra Eternidad.
Ellas desaparecen y nacen nuevos
Universos que las sustituyen, formando nuestro cuerpo, nuestra manifestación.
En nuestro ser el Universo Todo y
Existencia de esos Universos finitos, mantenemos absoluta Paz en sus guerras y
destrucciones. Simplemente ni tan siquiera nos damos cuenta de su nacimiento o
desaparición. Para ellos que viven en el tiempo, la vida y la muerte, existe un
sufrimiento que nosotros nunca podremos conocer en la Eternidad de nuestra
Existencia. Al permanecer siempre fuera de la Impermanencia, siendo lo que
Somos, por manifestar el Ser del Ahora Eterno.
Pero ese Universo, Inmutable, de Paz y
Felicidad, se ve removido, cuando uno de esos pequeños Universos que existen en
el tiempo, la vida y la muerte, tienen un malestar, cuando entablan guerras
entre ellos, cuando dejan de vivir en armonía, todo ello lleva a que la
Felicidad de nuestro Universo Absoluto produzca lágrimas, que la salud predominante
sea la enfermedad y que nuestro equilibrio Eterno y Constante, produzca
equilibrios de destrucción en todos esos Universos.
“Así es Arriba como abajo”, “El Todo
está en cada individualidad, cada individualidad es el Todo”.
Siendo lo que somos, hay que cuidar lo
que no somos. Porque perder la responsabilidad de nuestro pequeño Universo, nos
hará vivir: El egoísmo, la Envidia, la Ira, la Enfermedad, el Desequilibrio y
la Guerra en nuestro Gran Universo.
Eso es a veces lo que significa el: “Ser
o no Ser”. No se trata de que al final lo que pasa en el tiempo, en la vida y
la muerte de esta vida dual, en la que portamos un cuerpo, soñamos con un alma
y rezamos porque exista un Espíritu, que nos deparará una Eternidad de
Felicidad y Amor, de Armonía y Nirvana, porque somos: Espíritu Divino, sus
Hijos Unigénitos, herederos de su Gloria.
Somos el Dios responsable de la
Eternidad, de la Creación del cielo en el Universo, los Creadores de la Paz y
el Amor de Dios.
Descuidar nuestra responsabilidad, confiar
en que será Dios quien nos de Amor y Felicidad por toda la Eternidad, cuando el
cuerpo desaparezca, es confiar en que nuestro cuerpo permanecerá en perfecta
salud, armonía, paz y felicidad, independientemente de lo que hagan nuestras
células.
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