Es algo, que desde hace bastantes años
no he conseguido comprender.
En el tiempo dedicado a la
Reflexología, he tratado de entender, los motivos por los que las personas se habían
creado los problemas que les inquietaban y deseaban deshacerse de ellos.
Al final el sentido común nos recuerda
que lo que deseamos es porque no lo tenemos o no lo somos.
El sentido común nos recuerda también
que lo que tenemos o somos, es lo único que podemos tener o ser en este ahora.
Si usásemos el sentido común, sabríamos
que todo lo que podemos comer es lo que tenemos en la despensa, que lo podemos
comer como lo sepamos preparar y usando los medios que tenemos ahora.
No importa lo que compremos o tengamos
en otro momento, es lo que tenemos ahora en nuestro plato, lo único que nos es
posible usar para alimentarnos y continuar existiendo, con la posibilidad de
vivir las circunstancias en las que estamos.
Y es la forma de cómo nos alimentamos
de lo que vivimos, lo que crea nuestra manifestación de los sucesivos ahora del
futuro.
No podemos tener algo mientras lo
deseemos.
No podemos ir al lugar donde estamos.
No podemos aprender lo que sabemos.
No podemos tener o ser más o menos de
lo que somos o tenemos en este ahora.
La felicidad está en aceptarlo, en
tener la Libertad y Responsabilidad de crear nuevos ahora, usando lo que somos
y tenemos en este ahora.
Vivir aceptando la responsabilidad de
lo que somos, aceptar que podemos usar libremente y con Libre Albedrío cuanto
existe en el Universo AHORA, es lo que nos ofrece el principio de entrada en la
Felicidad.
Somos el fruto de lo que hemos vivido,
por como lo hemos vivido y aprovechado. No es diferente al comer, depende de lo
que comemos, cómo lo comemos, y lo que aprovechamos de lo comido, lo que va
creando nuestro cuerpo, influyendo nuestro sentir y pensar.
Sólo podemos comer lo que hay en el
plato AHORA, podemos rechazarlo, hacerlo cuantas veces queramos. Es nuestra
Libertad, que no impedirá que muramos de hambre, si rechazamos durante mucho
tiempo el alimento, que significa que moriremos sin haber vivido. Que
simplemente cambiaremos nuestro no vivir de lugar.
La Felicidad de vivir, no está en cómo
o en qué vivimos, sino en vivirlo.
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