Si hay algo que nos lleva a la heroicidad, a la valentía, es conservar el miedo a vivir.
No temer al vivir en la dualidad, es
prepotencia y temeridad.
Temer y saber de los peligros a los
que nos enfrentamos, nos lleva a ser cuidadosos y respetar a lo que nos ayuda a
conocernos y saber elegir lo correcto.
Nadie que sea valiente, puede carecer
de temor y miedo. Porque es cuidando nuestro Ser y no arriesgando su Vida, como
debemos enfrentarnos al vivir diario de cada ahora.
Cada individualidad tiene una manera
de aprender, una manera de ver y entender cada circunstancia. Su fuerza
proviene del Universo, el mismo que somos nosotros, provistos de una mente, de
una Libertad, que nos permite decidir, de qué y lo que aprendemos.
La mente es sólo una de nuestras
herramientas, que la mayoría de las veces, tiene su control, su limitador en el
miedo.
Pero no son las partes, no es lo bueno
o lo malo, lo positivo o negativo de estas partes lo importante, sino el cómo
son usadas por nosotros, que somos sus conductores, su camino, su meta.
La Gran Duda y el Miedo, nos llevan a
preguntarnos, a analizar las situaciones, los pros y los contras, de cada
vivencia. Algo que bien usado, nos llevará a conocer lo que somos, y una vez en
ese punto, a Serlo.
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