Es lo que define al pueblo que hemos
creado, que pelea a favor de uno u otro poder, que pelea por un sistema u otro,
siguiendo las enseñanzas y mandatos de sus amos. Un pueblo, que perdida su
humanidad, perdida su cordura, su capacidad de pensar por sí mismo y vivir al
menos como personas que se respetan, se han dedicado a consolidar un poder que
les diga lo que tiene que pensar y hacer.
Obviamente se acabó el filosofar, esas
escuelas que se reunían en el atrio para contrastar ideas. Para que los demás
conocieran el pensamiento de los que pensaban diferente a ellos y pudieran
ampliarlo con las partes que les sirviesen para evolucionar su pensamiento.
Porque el pueblo no es el pensamiento,
el conocimiento o hacer de uno, una parte o el de la mayoría. Que el pueblo piense
y haga lo que uno hace, no es un pueblo unido, sino una dictadura.
Que sea un grupo el que decide el
pensamiento y hacer del pueblo, es una dictadura, que proviene de uno que ha
reunido un grupo de amiguetes o perros pastores.
El Pueblo, es la suma de los
pensamientos y haceres de todos sus componentes, en los que en primer lugar
está la responsabilidad individual de cada uno de sus ciudadanos y la
corresponsabilidad en la sociedad y convivencia de los ciudadanos del pueblo. Que
no son los de a pie, sino todos ellos: Gobierno, emprendedores, trabajadores,
ricos y pobres, mayores y niños, masculino y femenino. Porque la convivencia no
debe ser la que imponga uno o un grupo, sino la que desde el respeto creen
entre todos.
Pero de alguna manera, nuestra
educación, nuestro pensar, nuestro hacer, se han refugiado en la cobardía. Nos han
educado para obedecer la letra de la Ley que nos imponen y ser productivos. Pero
la sociedad que hemos creado, fruto de los errores en fortalecer el Libre
Albedrío, el respeto por la Libertad propia y ajena, es la del abuso y la
violación de los débiles, propia de una sociedad humana.
Es la que podemos contemplar a nuestro
alrededor, en la totalidad de nuestro hogar la Tierra.
Guerras, tratando de apropiarnos y
esclavizar a los que son más débiles que nosotros.
Gobiernos que nos convencen de la
necesidad de tener un armamento disuasorio, para protegernos d ellos vecinos.
Desigualdades sociales, pobreza,
hambre, y una cultura que no pasa de la memorización de datos o el conocimiento
de datos, que puedan ser usados para de alguna manera servir a los poderes.
Gobiernos que se sirven del pueblo,
para mantener el poder, protegiendo a los poderes y dividiendo al pueblo, entre
los borregos que siguen a uno y los
borregos que siguen a otro. La solución es indiferencia por todos ellos y ser
marginado, al no contar con la protección del poder, que hace que seas presa
fácil para cualquier abusador y violador.
Tratamos de erradicar, ciertos abusos
o violaciones, que los medios de comunicación publican o comentan en los
medios.
Pero olvidamos que el abuso y la
violación del débil, no es de un tipo o de otro, es la manifestación de una
sociedad de cobardes, que calla cuando es abusado y o violado, o eres el fuerte
o el protegido que abusa y viola, desde la cobardía de poder.
No es la Ley o el castigo, lo que
erradicará el abuso y la violación del débil, sino la humanidad, los
principios, la responsabilidad y sobre todo que todo ello se dedique a servir
al Pueblo y por tanto a cada uno de los ciudadanos, no de un país, sino de la
Tierra o del Universo.
Por ello lo que hay que erradicar es
la cobardía, que haría necesario la aceptación de la responsabilidad humana.
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