Hemos creado gobiernos, poderes y
religiones, a las que culpar de la sociedad y mundo que hemos creado nosotros. Porque
independientemente de la filosofía y explicaciones o creencias que
desarrollemos, somos seres libres, al ser los hijos predilectos de la Vida o de
Dios.
Porque no importa cuánto nos remontemos
en el tiempo, el Dios Padre, concede poderes a sus hijos los dioses menores:
Sobre el fuego, sobre la tierra, las aguas, el aíre, cada hijo puede controlar
un poder, que unido con el de todos sus hermanos, manifestará la voluntad del
Padre.
Pero en cualquier Olimpo o Valhalla,
los hijos del Dios, luchan entre ellos y tratan de obtener el poder, ocupando
el lugar de su padre.
Nosotros nos hemos considerado la
cumbre de la Creación, los hijos predilectos de los dioses, a los que hemos
dedicado sacrificios para que nos protejan de nosotros mismos y nuestras
acciones.
Hartos de tener que ofrecer lo mejor
que tenemos para ser protegidos por los dioses, inventamos un Dios Padre, que
viviría Eternamente y que nos protegería, ayudaría y arreglaría todos nuestros
errores, por toda la Eternidad. Lo que nos hace libres para destruir y
equivocarnos eternamente, porque todo será arreglado por “papá”, hasta que
cansado de que destruyamos el mundo en que vivimos en libertad, nos lleve
cuando termine la Eternidad a su casa.
Nada como tener un padre, que no se
nos muera y nos obligue a trabajar y solucionar nuestra vida, sino que nos
mantenga y solucione nuestros errores por toda la Eternidad.
Somos la especie sobre la Tierra, que
ha destruido u obligado a adaptarse a más especies, al exterminarlas o destruir
sus hábitats.
Somos la especie, que más vidas
humanas o personas hemos destruido, con nuestras guerras, odios, ambiciones,
envidias y ansias de poder.
Somos la especie, que cree firmemente
que todas las consecuencias de nuestras acciones, serán arregladas por la
Naturaleza, un gobierno, Dios o alguien que vendrá y nos obligará a hacer lo
correcto, sin convertirse en un dictador.
Nuestra falta de humanidad, nuestra
ignorancia y nuestra carencia de responsabilidad, nos está llevando una cultura
tras otra, una época tras otra, y sin importar los cambios realizados en la
sociedad, a la autodestrucción, sin que hayamos perdido la esperanza en que
seremos salvados por alguien, o llevados al Paraíso.
La única opción que estamos dejando a
la Naturaleza, la Vida o Dios, es nuestra extinción, si quieren que la
manifestación del Universo, se realice en Paz y Felicidad.
Somos la especie, que no permite el
nacimiento de la Humanidad en la Tierra.
Pero seguimos con nuestras guerras,
nuestras ambiciones, nuestra convivencia dentro del Abuso y la Violación de los
demás, sin importar si son personas, animales, plantas, minerales, agua o aíre.
Nuestra solución para todo, es crear
ONG o Leyes, que solucionen las consecuencias de nuestras acciones, o protestar
de lo que hacen o dejan de hacer los demás.
Esperemos, que la Vida nos permite
comenzar tantas veces como sea necesario, durante al menos una Eternidad,
porque si la hartamos, la solución es nuestra extinción, que no será causada
por la Vida, sino por nosotros mismos.
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