Cuarenta años explicando la
culminación de miles de vidas en un instante, en el que de pronto todo se ha
vuelto oscuridad, al ser él la Luz que ilumina. Su experiencia es la de aceptar
su Naturaleza de Buda, dejando que todo lo demás desaparezca, y sin embargo
permanecer cuidando su cuerpo, su mente, sus emociones, que siéndole
innecesarias, no puede dejar de cumplir con su responsabilidad de cuidarlas y manifestarlas
como Buda.
Sus discípulos eran Maestros de
multitudes, antes de que Él tuviese su Iluminación, que abriese la oscuridad,
para que la Luz pudiese manifestarse en Libertad. Otros eran simples ciudadanos,
sin estudios, labradores, mendigos, enfermos, ricos y sanos. Incluso los
espíritus hambrientos iban para escuchar sus enseñanzas que les daban:
Esperanza de que un día, su Naturaleza Original, podría ser encontrada y
realizada.
Sus enseñanzas, libremente entendidas
por cada uno de sus oyentes, se relacionaban con las religiones que cada uno
había vivido, con sus experiencias y nivel de evolución.
El Buda tenía marcas, un lugar donde
vivir llamado Nirvana, su voz, su olor, su apariencia en cuerpo humano eran
escritas y enseñadas.
Pero para los Sutras que señalan hacia
una dirección concreta, fueron escritos otros que señalaban en todas
direcciones, las unas opuestas a las otras. Ninguna de sus afirmaciones, quedó
sin ser negada.
Nada puede convertirse en Buda, porque
Buda es Todo. No hay marcas que denoten lo que es Buda, pues toda marca ya está
en Buda. No hay características que muestren quien se ha Iluminado y convertido
en Buda, porque todas las características pertenecen y se manifiestan en Buda.
No hay Nirvana donde pueda ir, porque Buda es el Nirvana mismo.
Cuando habla con sus discípulos,
aquellos que ya eran Maestros de multitudes, y que habían comprendido sus
enseñanzas, de sí mismo como Buda, estos han comprendido que todo lo escrito,
todas las palabras y conocimientos, son inherentes en un Buda, que es Absoluto
y Todo.
No hay lugar donde ir, conocimiento
que alcanzar, alguien a quien enseñar, marcas que adquirir o Iluminación que
pueda ser buscada y menos aún alcanzada.
Pero al igual que Shakyamuni, trató de
cuidar su humanidad, su cuerpo, mente y emociones. Dedicó cada ahora, a
transmitir la salida del sufrimiento a todos los seres sintientes y no
sintientes y vivió y murió como Shakyamuni.
Él y todos los Maestros, nos han
dejado historias, relatos y parábolas, tratando que que abriendo nuestra
oscuridad, pueda salir la Luz que siempre hemos portado, por ser y estar en
nuestra Naturaleza Original.
Hay religiones que enseñan que la
llama divina, está en el hombre. Otras que sólo algunos pueden despertar esa
luz. Shakyamuni, negó todo ello, porque su experiencia fue: Que Todo es esa
Luz.
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