Hubo épocas en que cualquier
trabajador, tenía un mínimo de tres hijos, no se pagaban impuestos para las
pensiones, simplemente los hijos mantenían a los padres y abuelos con sus
sueldos, incluso la mujer dedicada a trabajar en el hogar y cuidando a todos
esos hijos, abuelos y casa, por lo que no obtenía sueldo de un empresario o
gobierno, tenía que vivir con el sueldo del marido.
No se pensaba en pensiones o
jubilaciones, se trabajaba hasta que se podía y se vivía con el sueldo de los que
trabajaban en la familia. Es importante esta palabra: Familia.
En Francia tenemos que han aumentado
las expectativas de vida, viviendo más años, los jóvenes se incorporan al
trabajo más tarde, porque hay que tener estudios. Las familias se componen de
menos miembros, la mayoría con un hijo o dos. Trabajan ambos y reciben un
sueldo los dos, por lo que cotizan y esperan tener una pensión cuando se
jubilen.
La pensión que será cobrada por más
tiempo que antes, que para ser digna, tendrá que ser mayor que antes, que
tendrá que provenir, de los impuestos que pagan menos hijos que antes, que
trabajan menos años que antes.
Es un derecho, eso no tiene que
dudarse, pero la pregunta es si es posible mantener ese estatus.
El sentido común dice que si hay menos
trabajadores y mayor número de pensiones, que si la vida laboral es más corta,
obviamente cada trabajador tiene que cotizar mucho más, para pagar la pensión
de los jubilados y los necesitados.
Por supuesto, se le pueden rebajar los
beneficios a las empresas, aumentar los impuestos a los ricos y ver que cada
día hay menos empresarios y cuando se convierta a los ricos en pobres, no habrá
pensiones ni puestos de trabajo.
He sido trabajador, pero lo máximo que
pensaba que podía pedir, era el 50% de los beneficios generados por mi
trabajo. El empresario creaba el puesto de trabajo, buscaba trabajo y vendía la
producción. Para ello tenía que asociarse con cuantos éramos sus socios en la
empresa.
El 50% de los beneficios para él, y el
otro 50% para nosotros sus socios. Obviamente nuestros salarios o beneficios,
dependían de nuestra responsabilidad, productividad y necesidad de nuestro
puesto, siendo todos necesarios.
De esta asociación, saldría que cuando
se duplica el sueldo de los socios obreros o dirigentes, lo que recibe el
empresario, sería también el doble.
Podemos hablar de ética, de cubrir las
necesidades, de muchas cosas, pero una asociación al 50%, cumple con todos esos
requisitos, si además sumásemos los intereses de lo invertido, probablemente
nuestra diferencia de sueldo con los empresarios sería aún mayor.
Las únicas empresas que son
deficitarias, principalmente por su nefasta Administración, son las Públicas,
que simplemente viven del dinero que el pueblo, los ciudadanos, nosotros les
damos para que nos sirvan y administren nuestra hacienda, pueblo, país o
nación.
Hemos tenido huelgas de médicos y
abogados de los juzgados. No entro en si justificadas o no, pero a quien
destrozan sus vidas es a los que son extorsionados para pagar sus sueldos, no
es el gobierno quien resulta perjudicado, sino quienes se quitan parte de la
comida, la ropa, y poder salir, para pagar sus sueldos y recibir demasiadas veces
un servicio pésimo, por ser funcionarios y tener garantizado el puesto por
muchas pérdidas que se generen en la empresa.
Hay algo llamado empatía, otro algo
llamado humanidad, y algo que dicen que existe llamado Justicia.
Que pidamos y pidamos, sin usar el
sentido común, no es algo que nos lleve a buen puerto, y no importa si la culpa
es de los marineros o del capitán.
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