Tiempos en los que si un dios, no te
daba poder y riqueza era cambiado por otro y los reyes y generales iban al
frente de los seguidores, que obedecían y hacían cuanto les era pedido.
Incluso entonces, quienes violaban,
robaban y asesinaban, eran los que habían renunciado a su libertad y libre
albedrío, para no ser responsables de sus actos, siéndolo, los que les
transmitían las órdenes del líder.
Muchas guerras, dioses y líderes
después, tenemos que se decide establecer reglas de guerra, leyes que deben ser
cumplidas si no eres lo suficientemente poderoso, para que te teman. Quienes las
incumplen son declarados asesinos de guerra, que cometen crímenes contra una
humanidad que sigue ausente, al no haber nacido.
La historia nos recuerda que cuando
alguien viene a liberarnos de nuestros pecados, de nuestra insensatez y olvido
de nuestra Naturaleza de embrión de Humanidad. Fue escarnecido, escupido,
encarcelado, insultado y crucificado. Pero fuimos perdonados, porque realmente
no éramos culpables ni responsables de nuestros actos.
Fue Pedro el que le negó, Judas quien
le traicionó, Pilatos el que ordenó su muerte, además los que transmitían la
palabra de Dios, lo habían predicho todo ello, por lo que no podíamos evitar
cumplir con la palabra escrita por los profetas, olvidados que ante todo: Dios
nos hizo Libres y con Libre Albedrío, incluso por encima de sus deseos u
órdenes.
Es por ello que somos portadores de su
propia Naturaleza, por mucho que la ocultemos y en uso de nuestra Libertad,
renunciemos a Ella o manifestemos la mitad del Mal, sin permitir que la otra
mitad se manifieste, si no es para mitigar el Mal que creamos.
Es en la segunda guerra mundial,
cuando los criminales de guerra son juzgados y condenados. Hitler, sus
generales y mandos, son declarados enemigos de la Humanidad y criminales de
guerra. Algunos de ellos sin haber matado a alguien, sin haber disparado, sin
haber hecho otra cosa que transmitir las órdenes recibidas, y satisfacer su
cobardía e insatisfacción consigo mismo, viendo como los débiles eran
asesinados por otros débiles, unos muertos de miedo por lo que les hacían,
otros haciéndolo muertos de miedo, incapaces de desobedecer las palabras y
cumplir con su Naturaleza.
Porque eran soldados de a pie,
ciudadanos que mataban para conseguir algo, sin importarles la ideología,
ciudadanos que delataban o asesinaban, por una palmada en la espalda o algún
beneficio efímero.
Porque no es suficiente con decir que
se cumplen órdenes, para ser los que cometen los asesinatos, abusos y
violaciones, de guerra y de convivencia, contra la Humanidad propia y ajena. Que
no entiende, que quien renuncia a su Libertad y Libre Albedrío, pensando que no
es responsable de sus actos por ello, es el ejecutor de los crímenes de Lesa
Humanidad.
Porque no es suficiente con condenar a
una familia de Putines o Putones, como responsables. Somos cada uno de los
ciudadanos, los sicarios que cumplen las órdenes de asesinar, abusar y violar,
los responsables y criminales de guerra, seamos juzgados o no, seamos
declarados culpables o inocentes por irresponsabilidad en nuestros actos.
Porque a veces son voces en nuestra
cabeza, otras pronunciadas por nuestra cobardía, otras por las drogas, otras
por alguien que en su ambición desea riqueza y poder, la que nos dejan sin
Humanidad, para convertirnos en Irresponsables asesinos de la Libertad y Libre
Albedrío propio y ajeno.
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