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Yui Shin

domingo, 2 de abril de 2023

LOS HIJOS

           Ha habido épocas en la que los hijos eran de las madres, que eran quienes cuidaban a los hijos y les enseñaban las labores del campo.

          En otras, las hijas eran de las madres, y los hijos eran de los padres, ambos les enseñaban las funciones de la mujer y del hombre en la familia y la sociedad.

          Unos cazaban, eran guerreros y exploraban los peligros fuera de la tribu. Las otras, cuidaban de la tribu, de los hijos, de los hogares y protegían, luchaban y cazaban, cuando los hombres iban a la guerra.

          Pero la misión principal, era que el hombre protegía y la mujer sustituía a quienes morían y hacía fuerte a la tribu, teniendo hijos y cuidándolos, cuando estaban indefensos.

          La cultura, nos hizo hijos de la Vida, de Dios, del Poder. Pues nuestros padres debían cuidarnos para servir a sus amos.

          Los hijos en la sociedad, somos los herederos del reino de nuestros padres. Todo lo que tenemos es lo que nos dejan, para hacer con ello el reino de nuestros hijos.

          La sociedad, decidió que había que desechar todo lo que no contribuía al engrandecimiento del reino. Los padres, debían ser abandonados o puestos aparte, para que los hijos pudiésemos regir el reino y no cargar con su vejez.

          En otras sociedades, se cuidó de los padres, y se les conservó en puestos en los que aprovechar su experiencia, pero en la seguridad de que el reino era de los hijos.

          Mucho se ha avanzado, pero los hijos siguen siendo engendrados por las madres, los hijos tienen que tener un padre, si bien puede serlo cualquiera, pue sólo la madre o el laboratorio conocen la procedencia de la aportación que el hombre hace para engendrar los hijos.

          Pero son los famosos, los que tienen capacidad para usar los avances, los que marcan: ¿Qué serán los hijos?, esos hijos que pueden conservar el amor por sus padres y crear un reino de todos, o un reino del poderoso, de los hijos o de alguien, que excluye a los demás.

          Hablamos para que entre todos paguemos: Transexualidad y sus operaciones, abortos y destrucción de lo que se considera inútil o sufrimiento con la eutanasia. Pero nos escandaliza que quien puede y tiene dinero para pagarlo, encuentre alguien que tenga un hijo para ella o él.

          A mí me escandaliza, que personas que no pueden mantener sus hijos, tenga tantos que pueda vender algunos o vivir en la miseria y necesidad, incluso si se aman, si forman una familia que está bien avenida. Pero que no teniendo donde ir, pasan el tiempo en la cama, no teniendo otra cosa que hacer, tienen hijos, a los que a veces tienen que alimentar por medio de la delincuencia o el engaño.

          Me escandaliza, que con padres que abusan de sus hijos, que no los cuidan, con tantos niños abandonados, con orfanatos llenos, haya laboratorios que se enriquecen creando hijos a la carta. Entiendo que hay también, quien en su derecho desea tener un hijo propio genéticamente y al no poder por algún problema, recurra a esos laboratorios.

          Pero al final, los hijos, los niños, son de todos, son nuestros herederos, nuestros futuros cuidadores y los que pagarán nuestras pensiones, cuando nos llegue el momento de envejecer, pues lamentablemente pocos llegan a ser ancianos.

          Y es que una sociedad, de y para todos, es algo que no habiéndolo logrado los padres hasta ahora, sería necesario que los hijos lo lograsen en algún futuro reino.

          Vamos a una sociedad de inteligencia artificial y robótica, hijos nacidos en laboratorios, donde sólo será necesario mantener a un pequeño grupo de donantes de esperma y óvulos, para mantener las personas necesarias.

          No habiendo paternidad, ni lazos afectivos, cualquier miembro que no sea útil al mantenimiento de la sociedad establecida, podría ser reparado o destruido en los mismos laboratorios que fueron sus padres.



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