EL EQUILIBRIO ETERNO

           Nuestra vida se manifiesta según pensamos en el equilibrio o el desequilibrio. El bien sucede cuando estamos equilibrados y el mal, es fruto del desequilibrio, en nuestra manifestación.

          El equilibrio de la Tierra está cuando sus condiciones favorecen nuestra permanencia y poder vivir en ella, cuando sus condiciones nos llevan a la pobreza, la enfermedad, la muerte o nuestra extinción es porque sus condiciones se han desequilibrado.

          Es algo que ya se decía en la ciencia antigua y que se ha demostrado que no es exacto: Todo el Universo gira, alrededor de un punto fijo, que es mi hogar o mi yo.

          Al contrario que para nuestra vida, para la Vida, para el Universo, el Equilibrio es Permanente Constante y en cualquier lugar o ahora, tiempo y espacio que no existen en ese Equilibrio de la Vida o Dios.

          Cuando miramos una balanza, el equilibrio para nosotros está en que ambos platillos estén nivelados y que el fiel, marque el centro o una igualdad establecida por nosotros (Peso).

          Pero si metemos el contenido en un recipiente lleno de líquido, vemos que el volumen es diferente, incluso si metemos algo absorbente, vemos que el volumen real que habíamos calculado, es diferente.

          El equilibrio es establecido, no por las medidas en cualquier aspecto de lo comparado, sino por las consecuencias que establece la comparación.

          El equilibrio en la balanza, se establece con la diferencia de alturas de los platillos. En el recipiente con agua, por el agua absorbida por el objeto introducido.

          En nuestras vidas, por la felicidad-sufrimiento, por el tipo de salud, por la convivencia social, por la existencia o desaparición de los valores, los animales, los principios, las plantas, la nuestra, o simplemente en la Tierra que hemos creado.

          Porque el equilibrio en nuestra manifestación al vivir, está, en la Humanidad o Deshumanización, en la pobreza, riqueza o tener suficiente, no en que exista tanto mal como bien, tanta humanidad que compense la destrucción y falta de humanidad de la otra mitad.

          El Yin y el Yang, no cumplen con las reglas de Buda, de que: Todo es impermanente, porque el Yin y el Yang, no son sólo la mitad de una individualidad, sino de cualquier Todo, y en el Todo, sus mitades siempre está, equilibradas, con lo que manifiestan.

          Es un Equilibrio: Constante y Eterno, el de la Vida o de un Dios que es Absoluto. Pero lo es también en la manifestación de cualquier individualidad y las circunstancias y manifestación que la rodea y forma parte del ser de la individualidad.

          Hay circunstancias en la que el equilibrio entre gobierno y pueblo, sea establecido por servir a maras, delincuencia organizada, ser sicarios de organizaciones criminales, o simplemente deshumanización de la convivencia.

          No existe una corrupción que tenga que ser expulsada, sino una convivencia que cree un equilibrio diferente, una convivencia en la que ambas partes, obtengan la humanidad o humanización como equilibrio.

          Porque la felicidad y ausencia de sufrimiento, sólo es posible si establecemos un equilibrio donde sean necesarias para conservar: El Eterno Equilibrio.