COMPASIÓN

 PARÁBOLA 010: EL PÁJARO ES MÍO (COMPASIÓN)

“En el Mahabhinishkramana, Devadatta el primo del Príncipe Siddhartha, disparó una flecha a un cisne. El animal fue abatido, pero no murió. Siddhartha tomó al pájaro en sus rodillas y le auxilió. Devadatta fue a solicitar su premio con la intención de matarlo, pero el Buddha se negó a dárselo, diciendo que el pájaro era suyo: ‘Acercando el cuello del cisne a su propia mejilla dijo seriamente: “¡No! El pájaro es mío”. “La primera de las numerosas cosas que serán mías por derecho de piedad y dignidad del amor...” (La Luz de Asia por Sir Edwin Arnold)

Shantideva: 209-210

Nota: “En la filosofía psicoética social del Budismo, el concepto de compasión tiene dos aspectos fundamentales. Primero, como una cualidad deseable en el carácter humano. Segundo, como la Gran o Grandiosa Compasión (maha-karuna) hallada sólo en sabios como los Buddhas, [Bodhisattvas] y Arhats que cubre a todos los seres en su totalidad. Por esta razón es el resultado de entrar en contacto con la realidad espiritual. Limpia de exclusividad individualizada, se vuelve ilimitada... Si la compasión es el deseo de paliar el sufrimiento de los demás, la mejor manera de hacerlo es entregarse a alcanzar la budeidad de Todo y de ahí que sea este tipo de compasión la que hace el concepto verdaderamente significativo.”

(Enciclopedia de las Religiones. Malalasekera: Vol. 4, p.201)

           Es tan limitado, cuando entendemos como compasión, sentir pena del necesitado, de aquellos que la sociedad o ellos mismos, han llevado al sufrimiento, a la miseria, a la necesidad o a la pérdida de su Amor por sí mismo o los demás.

          Que cuando el budismo nos habla de un Buda, que es el de la Gran Compasión, creemos que es que Dios o Buda, sienten tristeza por el mal que despertamos y creamos en nuestra convivencia.

          La Compasión con mayúscula, esa que siente Buda, esa que lleva a los Bodhisattvas a entregarse a que los demás crucen a la otra orilla, antes de que ellos lo hagan. No conlleva la eliminación de la necesidad o carencia de humanidad con la que vivimos, sino la creación directa de una convivencia de Amor, en la que el Apego sea desterrado por medio de la desaparición del ego.

          Esa Compasión, tampoco permitiría destruirle, pues en Ella no tiene cabida el odio, el egoísmo o cualquier sentimiento de discriminación o rechazo. Porque el Sufrimiento y el ego, sólo necesitan no ser alimentados y cuidados, para que encuentren su lugar, transformándose en Naturaleza de Buda o Amor.

          Somos nosotros mismos los que olvidados de la verdadera Compasión, llevamos a los demás o a nosotros mismos a la situación, donde el sentimiento de esa mal llamada compasión, nos lleve a sentir lástima y relajación, viendo que son los demás los que necesitan nuestra ayuda.

          La Gran Compasión, es erradicar la Ignorancia, no por destruirla, sino por Compadecerla y transformarla en sed de Amor, que no el aprender opiniones de lo que algo es.

          Esa Ignorancia que nos impide convivir dentro de la Naturaleza de Buda y la Felicidad. Ignorando qué somos como Vida, qué somos como Humanidad, qué somos como gota que llena el Universo de Vida Manifestada. Una y solitaria Vida, que no encuentra que exista algo aparte de Ella, que en su ignorancia no sabe que es Vida.