Nos dice que el Buda es Eterno, que lo
Absoluto es eterno, pero que todo es impermanente, cambiando continua y
eternamente.
Que todos somos Budas, Iluminados,
Perfectos, pero caídos y creadores del sufrimiento.
Que nuestra Naturaleza de Buda se
manifiesta, cuando todo es correcto, pero que no hay algo que pueda denominarse
como correcto o incorrecto.
El hogar del Buda Iluminado, está en
el Nirvana, pero que no hay Iluminación o Nirvana.
La salida que nos ofrece es la de la
Gran Duda, pero no podemos desconfiar de que somos Buda, de que exista algo que
no lo sea.
Sólo existe el ahora y el aquí, pero
procedemos de acciones y vidas pasadas, hay Budas que vienen a enseñarnos desde
otros Universos y se reúnen, a pesar de que todos tienen y practican una única
Enseñanza, desde tiempos infinitos, que se manifiesta y usan palabras
diferentes en cada Universo.
Todo cuanto nos es enseñado, es
verdad, es lo correcto, es lo positivo, el sí, que nos es revelado.
Pero, nos recuerdan que no hay un sí,
sin que esté unido a un no.
¿Cómo si no, seriamos libres?, porque
no importa lo que somos, nuestra realidad, al final son nuestras acciones,
nuestras palabras y convivencia, lo que determina lo que estamos siendo en ese
aquí y ahora, donde manifestamos lo que somos.
No existe una sola individualidad, que
no sea Buda. Tampoco en nuestro nivel de comprensión, dudamos que cualquier
individualidad, forma parte del Universo. Cualquier individualidad manifestada
en la Tierra, es la Tierra, que no sería la misma si una de sus
individualidades desaparece, por lo tanto, tiene que cambiar.
Obviamente por mucho que cambie, no
deja de ser la Tierra. Si desaparecemos nosotros, no tiene que aprender su
nombre, porque cada animal, cada planta, el aíre, cada mineral, se conforma con
ser Buda, sin nombre.
Y es que creemos firmemente que existe
lo negativo, lo incorrecto, pero realmente lo único que existe es lo positivo,
si nosotros no creamos su opuesto. Somos nosotros los que impedimos que
aparezca el Nirvana, que no nazca la Iluminación, no porque hayamos dejado de
dudar, sino porque hemos llegado al convencimiento que la Realidad es lo que
vemos, lo que descubrimos y explicamos, que lo correcto, es conseguir actuar de
forma que podamos crear una sociedad totalmente diferente a la que hemos creado.
Por lo que seguimos buscando lo correcto, actuando incorrectamente.
No lo dice Shakyamuni, ni los
Maestros, ni Buda, lo vemos al mirar la sociedad, al mirar nuestros sueños y
deseos, no de lo que queremos para los demás, sino lo que deseamos para
nosotros: Respeto, bienestar, seguridad, confianza en los demás, igualdad,
Justicia, Dignidad.
Pero sólo si es lo que nosotros manifestamos,
podremos verlo en la sociedad, en nuestra convivencia, porque Buda o Dios no
ocupa nuestra vida, nuestra mente, nuestro cuerpo, sólo vive en ellos, cuando
nosotros lo acogemos y manifestamos.
Todo es Eterno, todo es permanente,
todo es Uno, sólo existe un Buda, cuando nosotros lo permitimos en nosotros,
esa es nuestra Libertad, elegir entre el Sí y el No, es nuestro Libre Albedrío.
Shakyamuni y muchos Maestros, nos lo
dejaron escrito. Pero no son sus palabras o sus escritos, lo que lo harán
realidad, sino nuestros hechos y su realización correcta. Porque no hay algo
que sea correcto o incorrecto, sólo puede ser correcto para un Aquí y Ahora, en
constante cambio.
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