Cuando somos justos en nuestra
convivencia, obviamente no es necesario tener leyes. Apenas es suficiente con
algunas reglas y acuerdos.
Pero ser justos, no significa que la
Justicia, sea el castigo de quien se equivoca, o que lo justo sea recibir un
castigo o mal por estar equivocado.
Porque realmente si somos justos, no
podemos hacer o desear el mal a alguien.
Lo justo y la Justicia, deben
equilibrarse con el Amor. Porque el Amor ya nos hace justos, sin que ni tan
siquiera sepamos lo que es la Justicia.
Pero en nuestra convivencia, olvidamos
el Amor, incluso el amor está lleno de traiciones, algo que conlleva la pérdida
de nuestra condición de justos, y por tanto nos ha llevado a crear Leyes, que
controlan y dominan la Justicia, que es la que establecemos nosotros y no la
que determina lo que es justo.
Es natural que haya abogados y Jueces
que determinen lo que es justo, porque al ser todos diferentes, nuestra visión
de la realidad también es diferente. Los abogados exponen puntos de vista
diferentes, aclaran situaciones, explican los porqués de las acciones y el Juez
decide lo que es justo, dentro de las circunstancias que rodean lo sucedido.
Pero estudiar leyes y retorcerlas y
usarlas torticeramente, no para encontrar lo que es justo, sino el beneficio de
quien nos paga. Usar la impunidad de un cargo, para determinar algo usando las
leyes, no debería ser llamado Justicia.
La justicia que permite por medio de
las leyes, al establecimiento de lo que no es justo, obviamente siendo la que
conocemos, no es Justicia.
La Justicia no está determinada por
las leyes, sino por nosotros cuando somos justos, porque vivimos en la Verdad y
el Amor.
Cuando no somos justos y abusamos y
violamos los derechos de los demás, se necesitan leyes, que nos obliguen a ser
correctos y justos, algo que es imposible.
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