No pretendo molestaros

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Yui Shin

miércoles, 18 de octubre de 2023

SEMBRANDO LA GRAN DUDA

           Un día en el transcurso del dokusan, mi Maestro me preguntó si mi práctica era para convertirme en bodhisattva o en Buda.

          Mi respuesta me sorprendió a mi mismo, pues obviamente cuando se realiza un esfuerzo en una práctica, lo que se espera son los resultados o el alcance de la meta soñada: “Por ninguno de ellos”.

          Seguimos conversando y me preguntó si no deseaba ser un bodhisattva que se esforzase en ayudar a todos los demás a cruzar a la otra orilla, renunciando a mis méritos y derecho a hacerlo yo mismo, esperando a que todos ellos hubiesen cruzado para hacerlo yo.

          Respondí que si todos esperábamos a ser el último nadie cruzaría y que obviamente, nadie habría cruzado hasta que lo hubiese realizado el último.

          Es esos momentos no tenía ni tan siquiera argumentación a mis palabras o un porqué. Obviamente, cuando todos hemos cruzado a la otra orilla, no estaremos en la otra, sino en esta.

          Respecto a ser Buda, respondí que conocía que según los Sutras, cada Universo era regido por un Buda, que había innumerables budas, que obviamente no habría impedimento para que yo me convirtiese en uno a través de mi práctica, pero que era consciente que sólo había un Buda, un Universo, y que mi práctica debería trascender la separación que yo percibía, no en ser un Buda entre millones.

          No importa, que introduzcamos: la cabeza, una mano, un pie o medio cuerpo en una habitación, tendremos que introducirnos totalmente en la habitación para estar dentro.

          Pero introduciendo nuestro cuerpo, todavía nuestra imaginación, nuestra mente y espíritu pueden permanecer fuera.

          Incluso introduciendo todo nuestro ser, estaríamos existiendo dentro de un Universo. Aun no habiendo nada más, estaríamos viviendo en la dualidad.

          Cruzar a la otra orilla, no es dejar el río separando ambas orillas, sino que sólo exista una, sin nada existiendo en ella, es entonces cuando el bodhisattva o Buda, nacerán, siendo orilla.



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