MATEMÁTICAS

 
          Acostumbrados a descansar en las matemáticas todo el conocimiento que adquirimos, pensando que las matemáticas nacen de la propia filosofía, o que la filosofía necesitó la existencia de las matemáticas para crecer, perdemos a veces la visión de su nacimiento y Universo donde pueden existir.

          Su nacimiento y existencia, sólo es posible en el Universo perceptible o en el que no es percibido.

          Su poder, su uso, se limitan a las ecuaciones que pueden nacer entre la tendencia a cero y las tendentes a infinito.

          Siendo imposible su nacimiento cuando se alcanza el límite de cualquiera de ellas.

          En las matemáticas del Universo, sólo es posible el uso de números positivos y enteros. Los números negativos, se crean sólo como abstracción, con existencia en el opuesto de donde se realiza la ecuación.

          A lo tendente a cero, le falta en negativo lo necesario para ser infinito, y viceversa. Pero obviamente sería una percepción externa a ese Universo, quien podría ver o percibir esa falta.

          En un Universo de Cero, Vacío o Nada, las matemáticas no podrían nacer, pues no habría nada con lo que operar o que operase con ello.

          Cuando concluye y se consuma la tendencia a Infinito, tampoco pueden nacer las matemáticas, pues no habría nada fuera, que pudiese añadirse o quitarse, pues lo que existiría es un Infinito que es Todo y Absoluto.

          Es por ello que las matemáticas sólo pueden mostrarnos, un Universo en dualidad, que se percibe que tiende al Vacío del budismo o al Todo de otras filosofías. El simple hecho de querer explicar algo, nos lleva a sumar o restar percepciones de lo que vamos conociendo, haciendo necesaria la existencia de dos piernas para movernos y ampliar el conocimiento de esa dualidad, que percibimos y que hace que se convierta en trinidad si nos incluimos nosotros mismos.

          Es por ello que hay que unir ambas filosofías, para poder no ya comprender el Universo que queremos conocer, sino para serlo.

          Ser el Universo, implicaría la resolución de las ecuaciones, llevándolas a su conclusión, cuando dejan de ser: "tendentes a" y se convierten en: Cero e Infinito, que siendo las mitades del Universo en su Dualidad no separada, impediría el nacimiento de la filosofía y de las matemáticas, al no poderse aplicar ninguna de ellas.