Al día siguiente el dolor de la mano,
tenía fácil solución: Un martillazo en la cabeza. Al final transcurrido el
tiempo, acostumbrados al dolor de cabeza y de la mano, no hacía falta ir al
doctor.
La importancia de las leyes en nuestra
convivencia es que nos protegen de nosotros mismos, de la incapacidad de convivir
sin causarnos dolor y problemas.
Por lo que el doctor, nos dice que si
nos han robado, es porque somos descuidados. Si somos violados es porque hemos
ido donde o con quien no debíamos. Si somos abusados es por convivir con quien
convivimos.
En todos los millones de años que
llevan conviviendo: Minerales, plantas y animales, no han necesitado crear
leyes para protegerse de los demás y poder gozar de Impunidad los que no
respetan a los demás.
El problema es que cuando se protege,
por ejemplo, a la mujer del hombre, con un montón de leyes y derechos,
olvidamos que sería suficiente con aprender Dignidad, ambos lados.
Obviamente, la solución sería que no
se arrimasen a los hombres, esa sería al menos la solución del doctor de mi
pueblo. Cuando al juntarse con otras mujeres sufriesen los mismos abusos, bastaría
con volver con los hombres y así pendulear en la convivencia.
Pero las soluciones de la Ley son determinadas
por quien tiene el poder: Si no se le puede dar una casa digna a los vagos o a
quienes les gusta lo ajeno, pues se permite por Ley, vivir en la casa de otro,
gratis y además cobrando si quieren que te vayas.
Que hay corrupción en un poder. Se crea
una Ley, en la que los Jueces que puedan juzgarte, los fiscales que puedan acusarte
y los abogados que te defiendan, los nombres tú y les pagues con el dinero que
te dan los ciudadanos abusados.
Y es que lo natural, sería, no jodernos
la vida los unos a los otros, como nos la hemos jodido desde el principio. El problema
sería, si sabríamos y podríamos vivir, sin que nos dijesen cómo y lo que tenemos
que hacer.
Y es que cuando fuimos creados con
Libertad y Libre Albedrío, nos engañaron. Nadie nos hablo de la responsabilidad
a la que nos estábamos comprometiendo, y es que a nosotros, lo único que nos
interesaban eran nuestros derechos: Un Dios, un gobierno, unos poderes que nos
garantizasen la felicidad, el bienestar y vivir con buena salud y en paz.
Como ahora, que al subir los precios
de las cosas, nos suben el sueldo, las pensiones, nos rebajan las horas de
trabajo y nadie nos exige o nos enseña cómo producir más, para que bajen los
precios y podamos crear puestos de trabajo. Obviamente, algo innecesario,
porque a quien no haga nada, se le dan subvenciones, a quien quiera vivir sin
responsabilidades se le dan subvenciones y si hay paro, se ofertan puestos en
la Administración, que puede acoger a todos los españoles como funcionarios, con
el dinero que le vamos a pedir a Europa.
Y es que la Ley, es: Amaos los unos a
los otros, cuando se vive unidos todos los problemas dejan de nacer, y para el
que quiere vivir con Leyes, simplemente que se dedique a ser la víctima
propiciatoria.
Porque, se puede vivir sin leyes que
sean impuestas por nuestra falta de Humanidad, pero no sin la Ley del Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario