Si miramos en la historia, los mayores
abusos, violaciones llevar al pueblo a la guerra, ha nacido del conocimiento de
quienes tenían el poder y sus palmeros. Hasta el punto de poder decir que el
mayor enemigo de la convivencia en paz y armonía, es: El conocimiento.
Nuestros políticos y poderes, la
mayoría son universitarios o tienen estudios importantes. La mayoría de quienes
ostentan algún poder, se amparan en su conocimiento para controlar y dominar a
quienes le crean su poder.
Pues a veces hay conocimiento que no
proviene del estudio, sino de la ambición, carencia de humanidad o empatía y la
cobardía del abusador y violador. Lo único que tiene en común, el conocimiento
que lleva a usar a los demás para el beneficio propio, es la Cobardía, no los
estudios o el conocimiento que se adquiere mediante estos.
Y es que a veces, cuando leemos las
frases, se nos olvida que las palabras tienen significados diferentes, que
cuando hay varias, las opciones de entendimiento son variadas. No hay nada
mejor, que llenarnos la mente con frases o enseñanzas, para quitarnos la posibilidad
de usarla para pensar por nosotros mismos.
Al final, la ignorancia no tiene nada
que ver con el conocimiento, al menos con el que nos lleva al abuso y violación
de los débiles. Sino con la renuncia de nuestra Dignidad, que nos lleva a
renunciar a nuestra responsabilidad de ser, para convertirnos en lo que
deseamos o nos dicen que es mejor. Siempre comparándonos, siempre insatisfechos
con nosotros mismos, ávidos de obedecer y hacer lo que nos dicen, pues hemos
llenado nuestra mente con la memorización de lo que nos han enseñado y perdido
la capacidad de razonar.
El Conocimiento con mayúscula, nos
lleva a la Humanidad, no al conocimiento de lo que las cosas son, sino a su
aceptación, sin dejar de preguntarnos: ¿Qué: me dicen, soy, es, somos, …,?, sin
importar cuantas veces hayamos respondido, nunca llegaremos a saber lo que algo
es.
La Ignorancia con mayúscula, nos lleva
a la capacidad de aceptar y llenarla con el conocimiento incompleto de lo que
las cosas son.
Ambas se unen, cuando se convive en
armonía, paz y respeto, porque es el respeto por las diferencias, lo que un día
nos puede llevar a sentirnos iguales.
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