Apenas entendemos el uso convencional
de ellas y no pensamos más allá de lo que el uso les confiere, lo que dicen,
leemos y escuchamos, en su uso por los demás.
Hay sobre todo nombres, que fueron
dados a cosas o pensamientos, que hemos desarrollado durante milenios, que
provienen de la percepción de nuestro vivir en relación con todo el Universo
que nos rodea, que por cuanto expresan, son más entendibles como Concepto que
como palabra de uso diario con un significado social o el que les da el
diccionario.
Creemos que la religión, establece una
serie de creencias de seguimiento obligatorio, que hay que entender y vivir al
pie de la letra, siguiendo las enseñanzas de alguien que le ha dado un nombre a
Dios y en sus conversaciones con Él, ha recibido las instrucciones de cómo
quiere ser adorado y obedecido, estableciendo reglas de cómo debemos vivir.
Cualquier enseñanza, cualquier cosa
que estudiamos, establece lo mismo: Reglas, creencias o puntos inamovibles de
nuestro pensar y manifestar la Verdad que nos es enseñada.
La Religión, con mayúscula, nace de la
percepción de nuestra relación con el entorno: La familia, la tribu, la Tierra,
el Universo visible y el que imaginamos o percibimos desde la Consciencia.
La Interdependencia de nuestra
manifestación y nuestro vivir, de todas ellas, viendo que nos han dado la
posibilidad de nacer, vivir y servir de alimento a las nuevas manifestaciones,
probablemente nos llevó por gratitud, sentido común y la necesidad de
comunicarnos, a darle un Nombre, a Todo, con nosotros incluidos. Ese nombre fue
el de Dios, aunque probablemente se le han dado otros, que finalmente hemos ido
traduciendo hasta que en español, decimos Dios.
Es nuestra ambición, nuestra
prepotencia, nuestra inconsciencia, la que nos lleva a darle un nuevo nombre,
que le confiriese individualidad que nos perteneciese de alguna manera,
naciendo así los dioses, responsables de nuestras decisiones, de nuestro vivir,
de nuestras creaciones y convivencia.
Quienes, de alguna manera, percibieron
circunstancias diferentes en grupos, que vivían juntos, que compartían un
territorio o convivencia directa, trataron de darles no sólo un nombre sino una
forma de servirle, que nos hiciese unirnos en una sola forma de convivencia.
Pero la letra de cualquier cosa, puede
ser tergiversada, usada torticeramente, para quienes desean no tener que pensar
o tener responsabilidad de lo que son, encontrando que la culpabilidad de
cuanto acontece es de los demás.
Lo primero era Teosofía: El
conocimiento y manifestación del Amor a Dios, que posteriormente se creó para
tratar de reunir todas las creencias en una. Pero qué necesita ser unido, si el
Amor a Dios, ya es Amor a Todo, donde no hay demás o yo.
Al igual que la filosofía se enseña a
pesar de muchísimas discrepancias, en la educación escolar y universitaria, por
ser: El Amor al Conocimiento, que debe trascender al de saber cosas y usarlas
para unos fines de beneficios. La Religión como Conocimiento del Amor a Dios y
de Dios, es la que debe establecer los principios que lleven a la sociedad a la
unión que permita que se transforme en Humanidad.
La religión no es el conocimiento de
diferentes dioses y escritos de cómo debemos vivir. Pero la Religión, es preparar
nuestros corazones, no para conocer a Dios por un nombre, sino para olvidar
incluso a Dios, para que se manifieste su Amor, porque Dios es Todo, y sólo el
Amor, puede hacer que Dios viva en nuestra mente, sino que se manifieste desde
nuestros corazones a nuestro Ser: El Universo, la Vida.
Cuántas veces hemos oído y leído, los
principios de la Religión: No matarás, Amaras al prójimo y a ti mismo como Dios,
sin Demás y sin Yo, siendo Uno-Todo.
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