2. La Noble Verdad
Del Origen Del Sufrimiento (dukkha-samudaya-ariya-sacca)
3. La Noble Verdad
De La Cesación Del Sufrimiento (dukkha-nirodha-ariya-sacca)
4. La Noble Verdad
Del Sendero Que Conduce A La Cesación Del Sufrimiento (dukkha-nirodha-gamini-patipadaariya-sacca)
Tras su Iluminación, esta es la base
de la Enseñanza de Shakyamuni, la erradicación del Sufrimiento de la
convivencia, incluso podríamos decir que principalmente, lo imposible:
Erradicarlo de Mara.
Hay una Ley imposible de erradicar en
lo Absoluto, la Existencia de una de sus mitades. Algo que parecería decirnos,
que estamos siendo engañados, pues no se puede erradicar la mitad Sufrimiento
dejando su otra mitad de Felicidad.
Las dificultades de entendimiento, no
proceden solamente de traducir del sanscrito o del pali, Conceptos que no
tienen palabras para definirlos en ninguna lengua oriental u occidental, vivas
o incluso cercanas.
La Existencia, entraña sufrimiento en
la adaptación y aceptación de la Impermanencia de todo.
Entraña sufrimiento, en cuanto
deseamos todo aquello que no tenemos, bien sea para tenerlo o por rechazo, algo
que incluso puede suceder con lo que creemos tener.
La convivencia, entraña sufrimiento,
pues deseamos ser felices.
Pero el cargar con el Sufrimiento, es
realmente lo que nos hace sufrir en nuestro vivir, nadie nos carga u obliga a
tener que sufrir. El sufrimiento no nos es impuesto por un Dios, Buda o alguien
con su poder. El sufrimiento según el budismo, radica, en la ignorancia y no
aceptación de lo natural en nuestro vivir en la Impermanencia, en Mara. Siendo cosas
que necesitamos en nuestra formación, en nuestro aprendizaje de lo que somos, creadas
por nosotros mismos y nuestros deseos y aferramientos, para aprender, la
ignorancia es no aceptarlas y aprender lo correcto al vivirlas.
El Cese del Sufrimiento, no debe ser
su desaparición, sino su uso Correcto, la convivencia y el vivir Rectamente:
Física, emocional y mentalmente, hacerlo con principios, respeto por nuestra
vida que hemos recibido prestada y la Vida de cuanto coexiste con nosotros.
El no vivir en el deseo, en el
aferramiento, no significa su desaparición, sino el usar sus aspectos
positivos: Metas correctas, esfuerzo y dedicación correcta. El deseo de
mejorar, no es lo que nos hace sufrir, sino la desesperación y la falta de
confianza y respeto por nosotros mismos, al desear lo que no debemos y dedicar
nuestro vivir a conseguirlo, olvidando vivir lo que la Vida nos ofrece.
Esforzarse, en que un día alcancemos
las metas naturales y correctas: Humanidad, hermandad, unidad, respeto y
Dignidad en la convivencia, que desemboquen a la manifestación del Amor, en
nuestro ahora y en el Ahora Eterno, es lo que lleva a la Paz, al Amor, y a que
el sufrimiento no tenga dónde anidar o manifestarse.
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