Algo tan simple, como que el resultado
de lo que es cualquier individualidad, es el equilibrio de sus dos mitades.
La atracción, atraería unas
individualidades hacia las otras y se estrellarían y colapsarían, al tratar de
ocupar el mismo espacio.
La repulsión, de polaridades iguales,
haría que se alejasen eternamente.
Que las constelaciones floten en el
espacio depende de que no violen la Ley del Yin y el Yang, mantener una
distancia, que no puede ser exacta, sino un máximo acercamiento y alejamiento
entre ellas.
Las galaxias, los Universos, los
átomos o cualquier individualidad, en cualquier circunstancia, tienen que no
traspasar estos límites, que preservan su equilibrio como individualidad y el
de la individualidad de la que forman parte.
Da igual si el espacio es Infinito o
finito, es una Ley, que traspasa las medidas y las distancias, que no importan
las circunstancias, lo que Es, siempre será el equilibrio que presenta el Yin y
el Yang, en ese ahora.
Nosotros existimos en el tiempo, en la
dualidad, que también se rige en su equilibrio por la misma Ley.
En el tiempo y la dualidad, existe la
impermanencia, nada permanece igual en dos ahora consecutivos.
Pero la Impermanencia, tampoco se
puede salir de la Ley, tiene que tener su mitad de Permanencia, algo que
permanece Eternamente Cambiando en el tiempo y sin embargo, continúa y
permanece constantemente igual, en la Eternidad del Ahora, donde el tiempo no
tiene medida, ni existencia real.
La Eternidad del Yin es la Eternidad
del Yang, que sólo desaparecen aparentemente en el olvido del yo, cuando sólo
un YO permanece constante, al no poder compararse o saber de su existencia, a
pesar de existir en la Impermanencia.
Es el origen del nacimiento de la
Creación, que encuentra un Creador en Dios, un Yin y un Yang, una mitad que
simplemente es el SER, la otra buscando eternamente saber qué es.
En la Impermanencia, es imposible
saber lo que algo es, sólo es posible la Duda Eterna e Infinita, tratando de conocer
lo imposible.
En el Ser, nada cambia, pues la
Existencia se realiza en el Ahora, sin tiempo o Eterno, por lo que el
Equilibrio del Yin y el Yang, determina lo que algo es.
Simple, todo tiene dos mitades
inseparables e indeterminables, que manifiestan con su equilibrio lo que algo
está siendo, y es imposible de percibir.
Cuando vemos algo, hay un espacio de
tiempo, entre que la mirada llega al objeto y el cerebro procesa lo que ha
visto. Si retrocedemos ese tiempo y lo paramos, para ver realmente lo que algo
es, nosotros habremos cambiado, nuestro cerebro habría cambiado, y la
percepción sería diferente.
Existir y vivir en el Ahora, no excluye
el tiempo, simplemente no compara un ahora con otro, aceptando lo que Es, única
manifestación de la Vida, que podemos equilibrar en el futuro soñado.
Pues existiendo y viviendo en el
Ahora, no podemos hacerlo sin ser, todo el pasado.
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