Toda nuestra existencia, y percepción
de existir, proviene del tiempo, necesitando un espacio para percibir cómo la
manifestación cambia en cada ahora.
Algo que sólo puede suceder en la
memoria, en nuestra situación externa al Universo que contemplamos.
Cuando Shakyamuni dice que todo tiene
como Naturaleza el Vacío, lo tiene que hacer como abstracción. Su propia
presencia determina que todo cuanto percibe como existente, nace de ser el uno
externo que observa.
El intento de conocerse es imposible
por observación, tampoco puede realizarse desde la percepción de su
individualidad, por lo que tiene que ser por abstracción de observar y percibir
lo que es externo a lo que considera su individualidad.
Pero algo tiene claro, el espacio que
Él ocupa, nunca puede ser ocupado por otra individualidad en el mismo ahora. Por
lo que, si puede ser ocupado en otro ahora por otra individualidad, es porque
Él ocupa otro, habiendo dejado vacío el anterior.
Todo necesita ocupar un espacio, que
tiene al menos que ser lo suficientemente grande para acogerlo. Pero para poder
ser ocupado el espacio tiene que estar vacío de cualquier otra individualidad.
El Universo considerado Uno,
considerando que se expande según nuestra ciencia, obviamente, puede existir y
expandirse por la existencia de un espacio Vacío que está ocupando.
Quizás, es esa percepción lo que hace
que Shakyamuni, dijese que sin el Vacío, no habría Naturaleza que permitiese
nuestra existencia y que por tanto todo tiene como Naturaleza que le permite existir
en el Vacío.
Pero al tener conciencia de existencia
como individualidad, estamos obligados a percibir los cambios en la
manifestación, lo que nos obliga a comparar cosas en tiempos diferentes, a
comparar los espacios ocupados por lo que hemos observado en un ahora anterior.
Es ese tiempo y espacio, necesario para percibir la existencia lo que lleva a la Impermanencia, algo que no puede
ser observado o percibido en el Uno, en el Ahora, donde la Impermanencia
desaparece en la Eternidad del Ahora e incluso la percepción de existir o Ser,
no es percibida, lo que hace que el carecer de percepción, de yo y de otros, que todo parezca un Vacío, no porque haya una Inexistencia, sino por no
poder nacer la percepción del espacio o el tiempo.
Siendo precisamente eso lo que permite
nacer la Eternidad de cualquier ahora e incluso de nuestra Existencia.
Decimos incluso, que el café o la
comida se han enfriado, pero en el ahora, la comida fría siempre ha estado
fría, la caliente permanecerá eternamente caliente.
La flor permanece eternamente como
semilla, el sufrimiento no llega nunca a nacer.
Porque hay una gran diferencia del
significado de una palabra, desde un diccionario, de su entendimiento social y
la misma palabra pronunciada por el Maestro, que cambia la totalidad del
espacio y el tiempo de lo manifestado.
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