EL CAMBIO

           Todos podemos ver la Impermanencia de cuanto se manifiesta en el Universo. Danzando en un cambio constante que verificándose en el Ahora, permanece en el Infinito, en la Eternidad.

          Los cambios que producimos nosotros, son unidireccionales, desde el momento en el que los hemos producido, se diversifican produciendo nuevos cambios en todas direcciones, hacia el exterior y el interior de la individualidad que hemos modificado o cambiado.

          Nuestra ciencia, trata de ver el origen del cambio en nosotros y el Universo, conocer el principio donde tuvo comienzo ese cambio.

          Pero el Cambio mirado desde el Universo o la Vida, es multidireccional, no se mueve en una dirección o patrón. El Cambio implícito en la Impermanencia, esa de la que habla Shakyamuni y que todos vemos, pero interpretamos de forma totalmente diferente a lo que nos dijo.

          El cambio en nosotros se origina probablemente en la convivencia en el entorno y nuestra adaptación a él. Eso conlleva cambios físicos y probablemente en cómo vemos lo que nos rodea, que implica modificaciones neuronales. Lo que cambia nuestro aspecto físico y la forma de interpretación de nuestro cerebro.

          Probablemente también, los cambios genéticos derivan de esos cambios, al adaptarnos al entorno, al tener y vivir las experiencias de nuestra relación con el Universo que nos rodea, tras millones de años y cuando algo ha profundizado en nuestro ser físico, mental y emocional, surge el cambio genético.

          Cuando un organismo en formación, débil y sin estar totalmente formado por una genética adaptada al pasado, surgen probablemente problemas, como pueden ser las enfermedades infantiles de siempre. El cuerpo se va adaptando y de alguna manera desarrolla sus defensas, para que incluso en su debilidad el organismo no colapse.

          Las condiciones de cada ahora, es a lo que cuanto se manifiesta deba adaptarse, pero esas condiciones están siendo creadas por la manifestación que debe adaptarse, para una convivencia en armonía.

          Solamente la genética, no determina lo que somos, probablemente dice lo que hemos sido. Lo que somos determinará la genética que existirá en el futuro. Algo que no impide que la genética determine en gran medida lo que somos, que dentro de nuestra libertad podemos cambiar.

          Todo está interrelacionado, nada funciona separado del resto. Podría llegar a manifestarse la individualidad afectada sólo por su propia Impermanencia, al no tener relación con otra individualidad. Pero no desaparecería el cambio.

          El cambio es la Adaptación al Ahora del Universo, en su Impermanencia.