Cualquier corrupto, de cualquier
estamento del pueblo, necesita de muchos colaboradores para llevar a cabo su
corrupción. Lo principal es un pueblo acobardado, corrupto y carente de
Dignidad, pues son estas las condiciones y el medio donde nace y crece la
corrupción.
Culpamos a los poderes, a dios o a los
malos, de ser abusado, violados y robados por los corruptos. Todos ellos
provienen del pueblo y tienen que ser amparados y ayudados por muchos, para
poder generar su corrupción, debido a que la mayoría de las veces se necesita
una organización numerosa, para acobardar a cualquier competidor.
Son funcionarios y abogados del
estado, los que organizan y consuman la corrupción de los políticos. Estos, sólo
obtienen los beneficios y la protección del poder judicial.
Los empresarios, necesitan de
trabajadores, abogados y otros corruptos, para consumar sus abusos sobre los
trabajadores. A los que podemos añadir otras organizaciones corruptas.
Una mafia o cártel, necesita del
silencio y cobardía de un barrio, para comenzar a obtener poder. A lo que
podemos ver como añaden protección de abogados, poderes, cuerpos de seguridad y
judiciales, alimentándose de la falta de Dignidad de los ciudadanos del pueblo
del que forman parte.
Pero se muestra en las relaciones
entre: Vecinos, amigos, familiares, desconocidos, necesitados y en general la
falta de responsabilidad en el ejercicio de la función propia realizada considerando
que somos parte de la Humanidad.
La Dignidad, no consiste: en tirarle a
alguien un guante, batirse en duelo o pelearse. La Dignidad es simplemente el
respeto por nosotros mismos y por todo lo demás, considerando que somos un solo
Universo y una sola Humanidad.
Cumplir con nuestras responsabilidades
en cada momento, tratando de manifestarnos como seres humanos.
No son las Leyes o el castigo, lo que
erradicará de nuestra sociedad el abuso y la violación en cualquiera de sus
manifestaciones, sino el respeto que deriva de la Dignidad, que sólo crece en
el Amor.
Algo que nadie puede imponernos, ni
como individualidad, ni como sociedad. Sólo si nosotros aceptamos vivir con
Ella, podremos manifestarnos desde la Dignidad.
Lo que cualquiera puede imponernos,
declarando nuestra cobardía, falta de principios y carencia de humanidad, es la
Indignidad, tan presente en nuestra sociedad.
Nuestra sociedad al igual que
cualquier manifestación, obviamente tiene las dos mitades, las dos polaridades,
no carece de dignidad, simplemente renunciamos a ella, al considerar que es
imposible o que está fuera de nuestras posibilidades, transformar esa dignidad
débil y apenas visible en Dignidad.
Las guerras, los abusos, las
violaciones, no son las muestras del poder, sino de nuestra Cobardía individual
y nuestra carencia de Dignidad, que no sólo permite que seamos abusados y
violados, sino que nos convierte en abusadores y violadores.