Toda nuestra
felicidad depende de que seamos capaces de mejorar nuestra situación para el
futuro. Hemos tenido algunas equivocaciones en el pasado y nuestro presente es
un poco diferente, a lo que se supone que debería ser nuestra vida, a estas
alturas del desarrollo social y humano.
Estamos
cambiando las leyes, que no han sido capaces de proteger: a los débiles, a los
honrados, a los trabajadores y a las buenas personas. Estos cambios, nos
traerán un futuro mejor sobre todo para: los poderosos, los deshonestos, los
vividores, las alimañas y a quien le importe solamente su propio ombligo.
Son las
consecuencias, de las leyes surgidas de la idiosincrasia de nuestros
dirigentes, legisladores y escala de valores.
Afortunadamente,
estamos todavía a tiempo de repasar antiguas legislaciones, que muchos de
nuestros políticos y conciudadanos quieren sumir en el olvido.
Dios tiene un día dedicado a su santificación, ese día es hoy. La mejor
manera de santificar a Dios es: amar y respetar la vida, amarnos y respetarnos
nosotros mismos y sobre todo para santificar a Dios, es imprescindible
santificarnos entre nosotros. ¿Cuándo?, pues el día del Señor, hoy, ahora, por
toda la eternidad.
La parte
necesaria para honrar a los padres, es la de haber nacido. A partir de esa
premisa, deberíamos saber qué tipo de padres tenemos, todos comentamos a veces
acerca de nuestros padres: deportivos, espirituales, políticos, culturales,
ancestrales, y en general las personas o
la vida que nos han antecedido y han originado lo que somos ahora.
La gratitud a
todos ellos, es lo que se presupone que debe de hacer quien quiera llamarse
buen hijo. Somos los creadores y herederos de la vida en que estamos inmersos,
siendo a la vez hijos y padres de lo que somos y nos rodea.
El realizar nuestras responsabilidades, dar
lo mejor de lo que somos en cada instante, con nuestra honradez, dedicación y
sinceridad, es la manera de honrar a nuestros padres, a todos ellos, que
podemos simplificar con la unidad de todos ellos en la Vida, nuestra verdadera
y único Padre-Madre.
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