Sería difícil explicar cómo hemos llegado aquí, a nuestros días y la situación presente. El camino recorrido ha sido arduo y largo para nosotros, un instante de la vida.
Viendo el transcurrir de nuestros días con gran número de: asesinatos, robos, guerras, mentiras, manifestaciones culpabilizando a los demás, vilezas de todo tipo, etc. acciones que son realizadas por todo tipo de personas, donde casi ninguna clase social, sexo o actividad puede ser excluida, la pregunta surge por sí sola, ¿“cómo hemos llegado aquí”?.
Según nos dicen hemos conseguido una vida de grandes avances sociales, bienestar, derechos, justicia, igualdad y podríamos seguir con un montón de palabras todas ellas bonitas y que entran dentro de nuestros ideales.
Cuando miro alrededor, tengo que admitir que veo algo de ello, incluso se parece a lo que me han dicho que significan esas palabras.
Cuando miro alrededor, tengo que admitir que veo algo de ello, incluso se parece a lo que me han dicho que significan esas palabras.
Es al mirar nuestra convivencia, lo que me hace ver, más como un sentimiento que pensado, lo lejos que estamos de nuestros principios, aquellos que teníamos, cuando deseábamos llegar a ser un día, seres humanos. ¿Dónde están: nuestra ética, moral, honor y demás conceptos que atribuíamos al ser humano?, sobre todo, ¿dónde esta nuestra responsabilidad individual y colectiva en la creación de este presente?.
Como es natural e inevitable, toda situación yin tiene su yang, sería absurdo y consecuencia de mirar con un solo ojo, el ver todo malo o bueno. Siguen estando los dos, pero lo que hay que hacer es seguir mejorando.
En el mundo animal la aceptación de lo que son y su posición en la vida, les hace que en sus actividades e interrelación carezcan de responsabilidad, solamente aceptan totalmente las consecuencias.
Por ello la vida les provee de ropa, vivienda y comida. Regulan su población dependiendo de la comida y circunstancias, se gobiernan de acuerdo a la supervivencia y mantienen sus relaciones, de acuerdo a lo que es mejor para mantener su especie.
Como homínidos probablemente nuestras vidas fuesen parecidas, pero decidimos trabajar y esforzarnos para ser seres humanos.
En nuestro camino para arreglar y mejorar la vida, hemos conseguido en unas decenas de miles de años: destruir los bosques, contaminar ríos y mares, un agujero en la capa de ozono, contaminación del aire, especies desaparecidas por nuestra acción u omisión, nuestros principios, honor y ética pertenecen más a los libros y al recuerdo que a nuestro vivir diario. Lo que esto tiene de bueno, es, que si hemos sido los responsables, podemos arreglarlo, si los responsables son: el destino, la fatalidad, los otros, los bancos, los políticos (del otro partido), etc. la cosa no tiene arreglo.
Hay una historia antigua, que si soy capaz de seguir escribiendo, sobre las huelgas, los políticos, los sindicatos y demás temas de actualidad, se vera el por qué la escribo
“Un día, se reunieron todos los órganos del cuerpo para ver cual era el más importante, para ser nombrado rey y jefe de todos los demás. Cada uno explicó sus funciones y lo que hacía para mantener el cuerpo sano y en buen funcionamiento. Tras la reunión sólo una cosa quedó clara, “los otros no tienen ni idea del trabajo y la importancia que tiene lo que YO hago”. Cada uno pensaba, “yo soy quien debe ser nombrado rey”.
Pero alguien no había sido invitado, era un don nadie, un simple y pequeño puntito de aire que vivía rodeado por un esfínter, se llamaba, “Agujero del Culo”. No fue porque se lo tomase a mal, pues sabía que no era nada, simplemente se fue a meditar para ver quién era realmente. Pasados unos día volvió donde los demás, con la seguridad de que no era nada, un don nadie, que nunca sería merecedor de un puesto en la jerarquía de los elementos del cuerpo.
Sorprendido vio con horror que, todos ellos habían muerto envenenados.
Me gustaría que por mucho que tarde en volver, la tierra y la humanidad continúen viviendo.
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