Una de los caminos para trascender, vivir y poder existir
en la permanencia, es la profunda aceptación de la impermanencia. No hay forma,
ni posibilidad de trascenderla, tanto por el camino de la negación, como por el
de la lucha.
La dificultad
de entender el concepto de Impermanencia, no es tanto por su dificultad, como
porque solamente miramos desde la dualidad, sin tener en cuenta que Buda, tiene
un buen número de Sutras explicándola, los Maestros, muchos escritos y situaciones,
también la explican.
Mi intención
al escribir este artículo, es simplemente exponer cómo se puede ver desde la
simpleza.
“Las calles
de la ciudad, están llenas, todo el mundo ha salido para recibir al Circo Universal.
Su actuación estrella es: el Gran Mago, “Buda”.
El Circo Universal se ha llenado y todos esperan
expectantes la magia, lo inexplicable. El reto, resolver la pregunta del mago y
conseguir dos meses de felicidad como premio. ¿Qué es lo permanente?. De todo
lo que nos muestra el Mago, ¿Qué es real?.
En el
escenario aparece el Gran Mago, sentado, tranquilo, sonriente, frente a Él, un
infinito bloque de plastilina. Nos mira fijamente, con su sonrisa eterna. De la
plastilina por arte de magia, comienzan a formarse: Constelaciones, estrellas,
universos, mariposas, pequeñas flores perfumadas, nubes, arco iris, danzando en
el escenario. Su belleza y colores, nos asombran, y pensamos que eso que
estamos viendo, “es la realidad”, pero todo ello comienza a transformarse, en
otras formas nuevas, y nos decimos: esto es la impermanencia.
Lo que nos
hace pensar que: La plastilina es lo permanente. El Mago, nos mira con su
sonrisa, haciéndonos dudar, la plastilina cada vez se va recuperando en un
bloque más pequeño, parte de él se va perdiendo en las transformaciones, hasta
desaparecer la totalidad de la plastilina. Esto nos hace ver, que también es
impermanente.
Luego, lo permanente es el Circo, se oye un sonido, el Mago ha chasqueado los dedos. El Circo ha desaparecido en su impermanencia. Luego, obviamente lo permanente es Buda el Mago, nos mira desde su sonrisa, a veces parece que se burla de nuestra infantilidad, nuestra inocencia, ignorancia. Se escucha el chasquido, y lo evidentemente real, desaparece.
Luego, lo permanente es el Circo, se oye un sonido, el Mago ha chasqueado los dedos. El Circo ha desaparecido en su impermanencia. Luego, obviamente lo permanente es Buda el Mago, nos mira desde su sonrisa, a veces parece que se burla de nuestra infantilidad, nuestra inocencia, ignorancia. Se escucha el chasquido, y lo evidentemente real, desaparece.
La incertidumbre recorre a los espectadores, esperando una respuesta,
no es posible que no exista la realidad. De pronto la claridad se abre, la
solución del enigma está clara. Todo ha desaparecido, menos nosotros, luego: nosotros somos la realidad. Una pequeña brisa recorre nuestros corazones, sabemos lo que
es, ¡la sonrisa del Mago!. Un
chasquido de dedos suena en el aíre, y todos desaparecemos, en la
impermanencia.
Solamente el
aplauso del Vacío, ha quedado, un vacío, donde estamos todos, es el mismo vacío
que ocupábamos, el mismo en el que hemos desaparecido, el que no tiene manos,
por eso su aplauso es la Vida, que no tiene donde manifestarse, bueno sí, sí
que lo tiene se está manifestando en el Vacío, la Nada, que ha quedado de todos
nosotros, que es real, porque, ¿si no existiese?, ¿Dónde podríamos volver,
cuando el Mago comience a crear formas?”.
Bueno, como veréis
y supondréis, todo esto os lo cuento desde casa, donde he llegado frustrado con
todo esto del Mago y de los premios, puesto que: ¿A quién se le puede reclamar
el premio?, bueno como tampoco ha quedado nadie, no hay circo y el Mago también
desapareció, … ¿Qué cómo es que yo no he desaparecido?, se me olvidó
explicarlo. El caso es que: “Yo no había comprado entrada, me colé. Así que no
era uno de los espectadores, además soy todo ego, y a eso no le afecta la magia
de la Vida, bueno de Buda”.
Lo que si os
digo es, que ahora sí que estoy hecho un lío.
Tanto rollo
de lo de la realidad, para que todo sea impermanente, no lo estoy copiando del
Mago, aunque lo parezca.
Nos dice que
lo real es lo permanente y me he quedado solo en el pueblo, puedo asegurar que
cada día estoy más viejo.
Que nos van a
dar los dos meses de felicidad, y lo único que ha quedado es Nada. Así que de
premio Nada.
Que el Buda hacía la Magia, y resulta que se tiró sentado
todo el rato, con su sonrisa burlona y fue la plastilina la que lo hizo todo:
las constelaciones y hasta los mosquitos, pero como os digo también pasó a ser
Nada.
Para mí que era todo un engaño, y me han
dejado un poco tocado, hasta me ha dado por preguntarme: “Si el ahora de las
publicaciones, es: cuando las pienso, las escribo, las publico o cuando las estáis
leyendo”. Como si a mí me tuviera que importar, unas publicaciones que dicen
que hay en Internet. Menos aún, ahora que todos los espectadores, el circo, la
plastilina y el Mago han desaparecido. ¿Qué es eso de Internet, quién va a
publicar o leer en ningún sitio, si solamente he quedado yo?.
Bueno mañana escribiré sobre la Magia
de los Magos.
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