Es una traducción de una parte del articulo de mi Maestro Tangen
Harada Roshi “AWAKEN TO THE TRUE SELF”.
Cómo otras veces lo traduzco de la versión en inglés, dentro de mis
limitaciones y sabiendo y pudiendo aseguraros, que si hay algún error es mío.
"ICHI TANTEI" PRACTICE
Tal vez os preguntéis si debemos
practicar zazen para alcanzar nuestros deseos, nuestras metas. No, no debemos hacerlo,
porque al practicar zazen a quien sentamos es a Buda. Practicar zazen es ya la
plena expresión de la naturaleza de Buda.
Quedamos fácilmente atrapados en el
exterior de las cosas, quedando atrapados en lo que se dice de ellas o sus
definiciones. Es como si te dicen: "Oye,
practicar zazen es ser Buda", posiblemente respondamos sin pensar, "Sí, practicar zazen es ser Buda”,
¿no?
En cuyo caso, tendré que decir: "No, estás equivocado”.
En una reunión en un centro de
formación de Kyoto, de seguidores del grupo budista de la Tierra Pura, el maestro
pronunció un sermón en el que dijo:
"Justo
como cada cosa es, es la Verdad. La Verdad es sólo eso, ¿de acuerdo?."
Un seguidor respondió a estas
palabras, "Justo como cada cosa es, es la Verdad.
¿no es así?"
El maestro respondió: "Usted se equivoca", y continuó
exponiendo el dharma, repitiendo de nuevo: "¿Estamos de acuerdo?”,
"Justo como cada cosa es, es la Verdad”.
Otro participante repitió sus
palabras: "Justo como cada cosa es, es la Verdad.
¿no es así?"
“Está
totalmente equivocado, respondió de nuevo el maestro”.
Nadie sabía qué pensar,
totalmente despistados por las respuestas. El maestro continuó hablando. "Todo el mundo ha escuchado bien. ¿De acuerdo? Justo
como cada cosa es, es la Verdad”, reiteró.
Ante esto, un asistente del
público gritó: "¡Gracias!" e hizo
una profunda postración.
El maestro asintió ampliamente en
respuesta. "Bien", dijo, y terminó su charla.
Cuando nos aferramos al concepto,
o las palabras de: “esta Verdad, que es tal como es”, ya está en contra de su realidad.
El Zazen es exactamente así. Cuando uno está practicando zazen, algo llamado
"yo" no hace acto de presencia en absoluto.
Es interesante observar la gran
discrepancia que hay entre la comprensión teórica y la verdad misma. Si tomamos
un “dumpling” (panecillo chino hervido o frito) por ejemplo, sin morderlo, ni
probarlo, por muy exhaustiva que sea la explicación acerca de su sabor, sólo nos
daría una idea aproximada del sabor del “dumpling”, pero nunca su sabor
esencial. Sin llegar a masticarlo, no se puede conocer su sabor real. Independientemente
de lo que comamos, el sabor que percibimos es individual y probablemente
diferente para cada uno, pero el hecho de experimentar el sabor es el mismo para
todos, ¿no?
La realidad del hecho de saborear
“el dumpling” es más o menos la misma, independientemente de si lo comemos por
primera vez, o si lo hacemos varias veces al día. Así también es el Zen, desde
la primera vez que nos sentamos, podemos experimentar plenamente el sabor del Zen.
Cada persona que decide sentarse
a practicar Zen, tiene su propia motivación, existiendo gran disparidad en la
profundidad de sus aspiraciones. Sin embargo, lo más importante, es despertar a
nuestro verdadero ser. Este Verdadero Ser es supremo e insustituible, y podemos
llamarlo "Buda".
Por supuesto este verdadero "yo", no
es el que normalmente evocamos en nuestras cabezas y habitualmente consideramos
como "uno mismo". Es, más bien, “el Verdadero Yo”, que no puede ser
comprendido, visto o hablado. Así que lo más importante es tomar conciencia de
esta Realidad.
Podemos hablar de etapas en el
proceso de llegar al conocimiento de nuestro ser, podemos decir que oportunamente
madurará. Hay etapas de ignorancia, otras de comenzar a saber de su existencia,
la etapa cuando uno cree realmente en las enseñanzas, la etapa en que uno cree profundamente
y mantiene consciente y constantemente despierta la propia consciencia, y, por
último, está la experiencia del despertar, de la iluminación.
Tenemos la expresión, "ichi
Tantei", (NOW-NOW). Esto ahora absoluto es "ichi Tantei". Un
maestro es aquel que revela claramente esto al estudiante. "La realidad no está lejos en algún lugar, fuera del “Aquí y Ahora”.
AQUÍ. AHORA. No seas descuidado. No bajes la guardia". El maestro
señala el camino, la ruta directa, en la forma más adecuada para cada
estudiante. Con esta dirección, el estudiante puede realmente practicar el
camino más preciado, y directo.
Mantener este espíritu en la
práctica, el estudiante canaliza su vida, su esfuerzo con el solo propósito de
mantener el "Tantei"
constante, para que todo en su vida diaria, se convierta en práctica, en esta búsqueda
de nuestro verdadero Ser; todo se transforma en Zazen. Esto es ser Vida, estar
vivo realmente.
Cuando uno se asienta en este "ichi Tantei",
independientemente de la actividad que tenemos que realizar en la vida, nuestra
eficiencia aumenta grandemente. Esto se debe a la dedicación a hacer únicamente
lo que estamos haciendo, por lo que no surgen distracciones. Por lo tanto, en
cualquier circunstancia que podamos encontrarnos, se incrementa nuestra eficiencia.
Cuando se consigue, uno incluso llega a preguntarse, cómo es posible
que la vida, esté cuidando tan bien de él. ¡Vivir en esta Realidad, esta Verdad,
es maravilloso!
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