No pretendo molestaros

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Yui Shin

martes, 24 de marzo de 2015

"ICHI TANTEI" PRACTICE

Es una traducción de una parte del articulo de mi Maestro Tangen Harada Roshi “AWAKEN TO THE TRUE SELF”. Cómo otras veces lo traduzco de la versión en inglés, dentro de mis limitaciones y sabiendo y pudiendo aseguraros, que si hay algún error es mío.

"ICHI TANTEI" PRACTICE
Tal vez os preguntéis si debemos practicar zazen para alcanzar nuestros deseos, nuestras metas. No, no debemos hacerlo, porque al practicar zazen a quien sentamos es a Buda. Practicar zazen es ya la plena expresión de la naturaleza de Buda.
Quedamos fácilmente atrapados en el exterior de las cosas, quedando atrapados en lo que se dice de ellas o sus definiciones. Es como si te dicen: "Oye, practicar zazen es ser Buda", posiblemente respondamos sin pensar, "Sí, practicar zazen es ser Buda”, ¿no?
En cuyo caso, tendré que decir: "No, estás equivocado”.

En una reunión en un centro de formación de Kyoto, de seguidores del grupo budista de la Tierra Pura, el maestro pronunció un sermón en el que dijo:
"Justo como cada cosa es, es la Verdad. La Verdad es sólo eso, ¿de acuerdo?."
Un seguidor respondió a estas palabras,  "Justo como cada cosa es, es la Verdad. ¿no es así?"
El maestro respondió: "Usted se equivoca", y continuó exponiendo el dharma, repitiendo de nuevo: "¿Estamos de acuerdo?”, "Justo como cada cosa es, es la Verdad”.
Otro participante repitió sus palabras: "Justo como cada cosa es, es la Verdad. ¿no es así?"
“Está totalmente equivocado, respondió de nuevo el maestro”.
Nadie sabía qué pensar, totalmente despistados por las respuestas. El maestro continuó hablando. "Todo el mundo ha escuchado bien. ¿De acuerdo? Justo como cada cosa es, es la Verdad”, reiteró.
Ante esto, un asistente del público gritó: "¡Gracias!" e hizo una profunda postración.
El maestro asintió ampliamente en respuesta. "Bien", dijo, y terminó su charla.

Cuando nos aferramos al concepto, o las palabras de: “esta Verdad, que es tal como es”, ya está en contra de su realidad. El Zazen es exactamente así. Cuando uno está practicando zazen, algo llamado "yo" no hace acto de presencia en absoluto.
Es interesante observar la gran discrepancia que hay entre la comprensión teórica y la verdad misma. Si tomamos un “dumpling” (panecillo chino hervido o frito) por ejemplo, sin morderlo, ni probarlo, por muy exhaustiva que sea la explicación acerca de su sabor, sólo nos daría una idea aproximada del sabor del “dumpling”, pero nunca su sabor esencial. Sin llegar a masticarlo, no se puede conocer su sabor real. Independientemente de lo que comamos, el sabor que percibimos es individual y probablemente diferente para cada uno, pero el hecho de experimentar el sabor es el mismo para todos, ¿no?
La realidad del hecho de saborear “el dumpling” es más o menos la misma, independientemente de si lo comemos por primera vez, o si lo hacemos varias veces al día. Así también es el Zen, desde la primera vez que nos sentamos, podemos experimentar plenamente el sabor del Zen.
Cada persona que decide sentarse a practicar Zen, tiene su propia motivación, existiendo gran disparidad en la profundidad de sus aspiraciones. Sin embargo, lo más importante, es despertar a nuestro verdadero ser. Este Verdadero Ser es supremo e insustituible, y podemos llamarlo "Buda".
Por supuesto este verdadero "yo", no es el que normalmente evocamos en nuestras cabezas y habitualmente consideramos como "uno mismo". Es, más bien, “el Verdadero Yo”, que no puede ser comprendido, visto o hablado. Así que lo más importante es tomar conciencia de esta  Realidad.
Podemos hablar de etapas en el proceso de llegar al conocimiento de nuestro ser, podemos decir que oportunamente madurará. Hay etapas de ignorancia, otras de comenzar a saber de su existencia, la etapa cuando uno cree realmente en las enseñanzas, la etapa en que uno cree profundamente y mantiene consciente y constantemente despierta la propia consciencia, y, por último, está la experiencia del despertar, de la iluminación.
Tenemos la expresión, "ichi Tantei", (NOW-NOW). Esto ahora absoluto es "ichi Tantei". Un maestro es aquel que revela claramente esto al estudiante. "La realidad no está lejos en algún lugar, fuera del “Aquí y Ahora”. AQUÍ. AHORA. No seas descuidado. No bajes la guardia". El maestro señala el camino, la ruta directa, en la forma más adecuada para cada estudiante. Con esta dirección, el estudiante puede realmente practicar el camino más preciado, y directo.
Mantener este espíritu en la práctica, el estudiante canaliza su vida, su esfuerzo con el solo propósito de mantener el "Tantei" constante, para que todo en su vida diaria, se convierta en práctica, en esta búsqueda de nuestro verdadero Ser; todo se transforma en Zazen. Esto es ser Vida, estar vivo realmente.
Cuando uno se asienta en este "ichi Tantei", independientemente de la actividad que tenemos que realizar en la vida, nuestra eficiencia aumenta grandemente. Esto se debe a la dedicación a hacer únicamente lo que estamos haciendo, por lo que no surgen distracciones. Por lo tanto, en cualquier circunstancia que podamos encontrarnos, se incrementa nuestra eficiencia.
Cuando se consigue, uno incluso llega a preguntarse, cómo es posible que la vida, esté cuidando tan bien de él. ¡Vivir en esta Realidad, esta Verdad, es maravilloso!
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