El corazón tiene como función, hacer circular la
sangre, llevando oxigeno y alimento a todas las células del cuerpo, tiene un
ritmo autónomo y es nuestro centro emotivo. En el feto está formado por una
sola cámara que se divide en dos al nacer y respirar. Es difícil vivir guiado
por las emociones y la mente de una manera equilibrada, esto es, que las dos
actúen en una proporción adecuada para ella en una persona. Por ello el exceso
o defecto de la actividad emocional del corazón debe ser equilibrada por la
mental del cerebro y viceversa. El exceso o defecto de dejarse guiar por los
sentimientos es la causa principal de los problemas de corazón.
El
corazón en sí mismo, es un órgano compuesto de tejido blando representativo de la
energía mental que mueve la sangre liquida, que representa la emoción o
sentimiento de amor principalmente. En la escritura china hay un símbolo que
significa corazón-mente usándose indistintamente para uno u otro
significado. Esto podría indicar su importancia como lugar donde se equilibran
y unen ambas energías.
Está
relacionado con el timo en la producción de células T del sistema inmunitario.
A nivel psicológico indica la capacidad o incapacidad de cubrir o realizar
adecuadamente las funciones o áreas emocionales importantes de la persona.
Se relaciona con el amor el cual produce: alegría, tolerancia, interés por la
vida, sacrificio, y todo aquello que tradicionalmente se relaciona con el
corazón. El estrés o el infarto, suelen darse en personas que han dejado
desatendida o agotado emocionalmente alguna parcela de su vida, que desatienden
la familia, por tener mucho trabajo u otras circunstancias, siendo que muchas
veces esa falta de atención es hacia nosotros mismos, nos aconseja que nos
amemos a nosotros y lo compartamos y extendamos hacia los demás; también pueden
ser producidos por un exceso de alegría. Hay que tener presente, que la alegría
y la felicidad son dos aspectos muy diferentes, la alegría en exceso o defecto
puede producir infartos o angustia, la felicidad es el bienestar de todo el
ser.
El
corazón y pulmón, son esenciales para tratamientos de personas depresivas
por ser los que se encargan principalmente de producir y filtrar el sentimiento
de alegría.
Los
líquidos representan las emociones, al ser la sangre el líquido que circula
saliendo del corazón y siendo este el centro y representación del sentimiento
amoroso, los problemas de circulación de l
a sangre por una zona determinada, nos
indicaría en el aspecto psicológico que
hay un bloqueo o exceso, en la capacidad de manifestación de los
sentimientos de amor propios de esa zona (movimiento, acción o realización) o
bien que las vías por la que se mueve el sentimiento son deficientes en su
capacidad y podría producirse el infarto. El haber desatendido o extenuado esa
parte emocional podría hacer que esa zona llegara a morir físicamente, quedando inutilizada o al menos disminuida. Siendo los
temas del corazón bastante sutiles, podría también suceder que no fuese que
esta persona haya desatendido emocionalmente una parte de su vida, sino, que se
sintiese desatendida por alguna persona querida.
La presión sanguínea tanto si es baja
como alta, indica personalidades
que rehúyen los conflictos, por miedos o falta de confianza en si mismos, siendo
la forma y las tácticas para hacerlo diferentes. Las personas con presión baja,
se retiran al inconsciente y las de presión alta, se aturden a sí mismos con un
derroche de actividad, la mayoría de las veces improductiva e innecesaria y excesivo dinamismo; a veces es también una
indicación de agresividad reprimida por un exceso de autodominio. En la vejez
al perder flexibilidad y elasticidad, la comunicación se entorpece y la presión
sanguínea aumenta.
Hipertensión: El exceso de tensión emocional, se corresponde con
frecuencia con una alta presión sanguínea o una tensión nerviosa intensa.
La causa reside en un profundo temor y
la falta de confianza, la sensación de que corremos un peligro constante y
debemos estar alerta. Esto puede atribuirse a alguna experiencia traumática en
el pasado. Para mejorar la situación una respiración profunda y una buena
relajación, resultan esenciales.
La hipertensión indica, que los conductos por donde circula la
sangre son estrechos para su caudal o bien que el caudal es excesivo para el
diámetro o estado de dichos conductos, por lo que se restringe así el flujo de
sangre a través de todo el cuerpo. Se trata de un factor fundamental en el
origen de ataques cardíacos e infartos. La presión alta indica por tanto, el
conflicto entre una efervescencia, un
surgimiento de emociones relacionadas con el sentimiento de amor del corazón
hacia los demás o nosotros y la inseguridad, que se traduce en: odio,
insatisfacción, dolor moral, emociones sin expresar que están embotelladas, etc.
La inseguridad también produce: el nerviosismo y la ansiedad que inducen al pánico,
al miedo de que el amor en nuestra vida no sea fiable. Antes de que esas
emociones bloqueen los canales de expresión (las arterias) debemos
desahogarlas, para equilibrar la presión arterial.
La
hipotensión señala una supresión de energía. Siendo lo contrario de la
hipertensión, su origen también está en la inseguridad, la cual nos incapacita
para mostrar nuestros sentimientos. Al no sentirnos con confianza para aceptar
la responsabilidad de nuestras vidas, ni de sus circunstancias, huimos de las
situaciones creando una falta de caudal emocional en nuestros conductos, que
produce que su presión sea baja o bien mostramos un pasotismo o desinterés, que
hace que el caudal emocional parezca que se mueve por canales ilimitados, casi
inexistentes, por lo que no nos produce tensión.
Al ser algo que no puede hacerse en un
mundo real a nivel profundo, esta actitud va creando conflictos no resueltos,
que antes o después se manifestarán en nosotros como enfermedad o en un
sentimiento de falta de referencias, que puede llegar a abrumarnos hasta el
extremo de hacernos perder la conciencia.
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